El ferrocarril de la Vía de la Plata da paso a la Vía Verde

En estos días, en los que se están levantando los raíles de la antigua vía del tren que cubría la Ruta de la Plata, la incógnita sobre lo que ocurrirá con los elementos como vías, traviesas, grúas, depósitos, agujas y resto de elementos de la arquitectura ferroviaria, está en los corrillos y en las preguntas de los diferentes grupos municipales en las comisiones.

Lo primero que se hace cuando se decide construir una Vía Verde es que varios pueblos, por los cuales pase un trazado ferroviario en desuso, se unan para pedir a ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), su desafectación. Una vez concedida, ADIF se lleva el elemento móvil, constituido por raíles y traviesas. El terreno sobre el que descansaba la infraestructura, es alquilado a los municipios mediante el pago de un canon anual.

Por otro lado, un trámite previo a la solicitud a ADIF, es que los municipios interesados deben constituirse en consorcio o asociación, para llevar a cabo de manera conjunta su explotación y mantenimiento.

Otra opción es que sea ADIF la interesada en retirar los raíles y en ese caso, puede proponer a varios municipios la posibilidad de alquilarles el terreno para construir una Vía Verde, o vallarla, como terreno privado.

Independientemente de que la iniciativa sea de un grupo de municipios o de ADIF, los pueblos deben asociarse para negociar y aprobar un acuerdo con la empresa ferroviaria, en el que queden establecidos los compromisos que asumen los términos municipales y los que asume la compañía. Entre los que corren a cargo de los municipios están el mantenimiento y la realización de los trámites para que el espacio sea declarado Vía Verde.

Una vez que el acuerdo con ADIF se firma, se debe realizar un proyecto de Vía Verde entre los municipios consorciados, que normalmente se suele encargar a la Fundación 'Vías Verdes', porque es más económico y controla perfectamente toda la tramitación. Al finalizar, se envía dicho proyecto, junto con la solicitud, al Ministerio de Medio Ambiente, que suele incluirlo en sus programas de Caminos Naturales. Una vez aprobado, el propio Ministerio de Medio Ambiente, realiza las obras de habilitación del trazado e infraestructuras.

El punto álgido, en el que los Ayuntamientos deben posicionarse y negociar es cuando se trata el acuerdo con ADIF, en el que se establecen los cánones y condiciones, entre la compañía y cada municipio en particular, independientemente de que el acuerdo general, se lleve conjuntamente por el consorcio de varias localidades. Es ahí donde deben quedar establecidas las condiciones de uso de los diferentes elementos ferroviarios de cada término municipal, es decir, si se dejan tramos de vía y si se quedan elementos estructurales diferentes de las edificaciones (pues estas siempre las dejan).

Los Ayuntamiento podrían solicitar a la compañía ferroviaria que dejara la vía completa, lo que supondría que el precio de cada kilómetro de raíles, dejado en el trazado, incrementaría el canon que los consistorios municipales deben abonar a ADIF, valorándose el precio de mercado del material del que están construidos y tiene que tenerse en cuenta, que es bastante alto.

Después de haber consultado documentación de otras Vías Verdes, que llevan funcionando desde hace tiempo, se observa que los elementos ferroviarios, sí se están dejando en el trazado, e incluso tramos de vías en los alrededores de las estaciones.

Un ejemplo es la Vía Verde de Plazaola, de 50 kilómetros, situada entre Pamplona y Andoain. A su paso por la localidad de Lekumberri, hay construido un Centro de Interpretación, un aula multiusos que se utiliza como tienda de recuerdos y para realizar actividades turísticas, dos vagones sobre un tramo de vías, habilitados como espacio infantil y una oficina de información turística. El Consorcio de Plazaola ha recibido este año el segundo premio a la Excelencia por parte de la Asociación Europea de Vías Verdes, un galardón que sólo poseen tres consorcios, por ser ejemplo de "integración de las diversas características que definen a estas vías y que además, poseen valores específicos que las hacen ejemplares".

En la zona de la Vía de la Plata del sur de Salamanca y el norte de Cáceres hay dos proyectos, uno más avanzado que otro y ya en marcha, que es el de Béjar-Baños de Montemayor y otro que aún está sin iniciarse en su tramitación, que es Hervás-Plasencia, si ambos se llevan a cabo, acabarán por unirse, siendo una de las Vías Verdes más importantes de España. En manos de nuestros gobernantes municipales está que la parte que corresponde al término municipal de Béjar, conserve ahora los elementos suficientes y necesarios que conformen un patrimonio material y un paisanaje, dignos de la Excelencia.