"Estamos muy preocupados porque la noche salmantina está perdiendo un poco el norte"

No hay fin de semana que no conlleve algo parecido a un auténtico parte de guerra. Salamanca es una ciudad joven y universitaria y como tal presume de una atractiva vida nocturna que parece llevar aparejada de manera irremisible determinados problemas como peaje. Sin embargo, los inevitables problemas que no pasaban de ser hechos muy puntuales, han comenzado en los últimos tiempos a ganar peso en cantidad y gravedad. El Ayuntamiento de Salamanca insiste en que su apuesta es comprometer a todo el sector en la apuesta por un ocio nocturno basado en la calidad y la diversión sana, apuesta respaldada por la Asociación de Hostelería. Sin embargo, detrás de los grandes planes, muchos hosteleros afirman que es necesario comenzar a tomar medidas «contundentes» ante una situación que está empezando a degenerarse de manera muy preocupante. Antes de que se vaya definitivamente de las manos.

El comienzo del curso universitario siempre es, según la Policía Local, un momento complicado. Llegan muchas personas por primera vez a la ciudad, se sale mucho y el todavía clima benigno invita a prolongar la noche. Si a eso se suma un problema ya denunciado hasta la saciedad de prácticas agresivas de venta de alcohol muy barato, el resultado suele ser una acumulación de problemas.

Lo normal es que las cosas no vayan más allá. Pero lo cierto es que este arranque, contando septiembre y lo que va de octubre, está resultando especialmente negativo. Cinco incidentes graves, entre ellos una pelea con sillas volando en la Rúa, dos agresiones denunciadas contra porteros de discoteca -una de ellas saldada con una detención- y varias atenciones sanitarias por cortes y golpes.

«Entendemos que son casos aislados, que hablamos de problemas muy puntuales, casi excepcionales, pero evidentemente estamos muy preocupados porque empezamos a ver que la noche salmantina está perdiendo un poco el norte en los últimos tiempos», señala Alain Saldaña, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería.

Una preocupación que se han extendido a la sociedad después de que un vídeo se haya 'viralizado' a través de las redes sociales mostrando uno de estos episodios en los que se ve a un cliente encararse con un portero de una conocida discoteca en la calle Bermejeros. Una grabación de algo más de tres minutos en la que se aprecia cómo cliente y portero intercambian amagos intentos de golpes y finalmente, el personal de seguridad acaba reduciendo en el suelo, con puñetazos y patadas a esta persona.

"Bares que se está cargando la noche en Salamanca"

Alain Saldaña elude hablar de ninguno de los casos concretos que han tenido lugar en las últimas semanas, pero señala que «desde la asociación se está luchando a brazo partido para tratar de concienciar a los hosteleros de que ese no es el camino, que apostar por determinadas prácticas basadas en el consumo indiscriminado de alcohol conlleva asumir muchos problemas que en realidad no benefician a nadie y sobre todo perjudican a esa gran marca que tenemos la responsabilidad de cuidar y que es Salamanca».

No obstante, el representante de los hosteleros reconoce que «hay acciones puntuales que se salen un poco de tono en la actuación de algunos miembros de seguridad de determinados locales, yo creo que no dejan de ser acciones muy excepcionales, pero si en algún caso se incurre en extremos sancionables, desde luego que esta asociación aboga claramente por ello». Por eso, afirma que «si las administraciones tienen que actuar de oficio contra determinada prácticas, tienen todo nuestro apoyo para regular la situación y que todo en la noche de Salamanca vaya por unos derroteros de tranquilidad y cordura», e insiste en que «si alguien se está extralimitando o se ha extralimitado, desde luego es el momento de que cada palo aguante su vela y cada uno asuma su responsabilidad».

Las palabras del presidente concuerdan con la percepción que, desde el anonimato, mantienen muchos profesionales del sector. «Hay un determinado número de locales que se están cargando la noche en Salamanca», se afirma. «Estamos cansados de denunciar prácticas ilegales de venta masiva de alcohol, actuaciones fuera de la ley e irrespetuosas con todo el mundo, pero aquí no hay ningún tipo de sanción, los expedientes siempre se los abren a los mismos, pero otros locales no reciben nunca multas».

Es un problema iniciado hace unos años y que va a más. «En el ocio nocturno está empezando a haber dos bandos muy definidos y eso no es bueno, habría que sentarse y tratar de sentar unas bases que permitan que la noche salmantina vuelva a ser lo que es», afirma el gerente de otro conocido local del centro de la ciudad.

La marca Salamanca de Noche

Para otros, hay una relación directa entre «la atracción de un determinado tipo de gente, a la que se le ofrece alcohol muy barato y con promociones que están inmersas en la ilegalidad, y el hecho de que luego esa gente en la calle cree problemas de suciedad, de seguridad o de ruidos», asegura otro histórico de la noche salmantina, que llega a vaticinar que «aquí hasta que no haya una desgracia de verdad parece que nadie va a querer hacer nada».

Mientras, el Ayuntamiento de Salamanca ha centrado sus esfuerzos en los últimos tiempo en tratar de expandir ciertas buenas prácticas a través de la marca 'Salamanca de Noche'. Hasta el momento, veinte locales se han sumado a esta iniciativa que garantiza «buenas prácticas hosteleras y dispensación responsable de alcohol».

Esta semana se abría la tercera convocatoria del programa y otros quince locales han iniciado los trámites para integrarse en esta iniciativa. Los responsables de los establecimientos han participado en un primer taller en el que han conocido los requisitos que deben cumplir para conseguir esta acreditación, basados en la formación para los trabajadores y los propios empresarios, el cumplimiento del código de «buenas prácticas profesionales» y la supervisión del establecimiento para pasar los filtros de calidad fijados por el Ayuntamiento.

Medidas que se consideran en general «positivas» pero que, a juicio de los propios hosteleros «no serán efectivas hasta que en esta ciudad no haya un esfuerzo de control de la noche y se fijen unas sanciones no arbitrarias y realmente disuasorias para determinadas prácticas».

Fuente El Norte de Castilla