Finalizan los actos conmemorativos de Amdeve con una velada de concierto y baile

Anoche finalizaron los actos del 25 aniversario de Amdeve con el concierto de Son de Cuba, tarta y velas para celebrar la vida de una asociación que tuvo su origen en la década de los ochenta, cuando las carencias en todo lo relacionado con la mujer eran notables.

Mª Sol Ramos, lleva en la asociación desde el principio y explicó, en la mesa redonda celebrada el jueves en el Casino Obrero, que los primeros momentos de Amdeve, en 1990, se dieron en un contexto en el que se producía la incorporación de las mujeres al mundo laboral, en Béjar, con gran influencia en el sector textil, y había una gran necesidad de formación. En ese ambiente bullía una vida participativa muy dinámica, en la que surgieron foros y movimientos, como el Departamento de la Mujer de UGT, la Promoción Social de Cáritas, el Centro EPA Mateo Hernández, la Unidad Básica de Orientación Familiar del Hospital de la ciudad, y la Asociación de Mujeres Deobriga Vetonum.

Esta asociación se inscribió en el, entonces, Gobierno Civil de Salamanca el 21 de agosto de 1990 y su primera junta directiva tuvo como presidenta a Jovita Egido, llegando a ser casi cien asociadas.

Actuaron llevando a cabo cursos y seminarios, que permitieron la incorporación al trabajo de muchas mujeres. Actualmente continúa en la lucha por los derechos de género,a través de las que, de forma activa, trabajan desinteresada y voluntariamente por los derechos y libertades de todas.

La mesa redonda, también contó con la presencia de Ascensión Iglesias, presidenta del Centro de Ayuda a la Mujer, vicepresidenta de la Federación de Mujeres Progresistas de Castilla y León y de la Asociación de Ayuda a la Mujer Plaza Mayor. Presentó su programa Ni un Paso Atrás y su lucha sobre El Amor No es Control, que están llevando a institutos y centros escolares. Actualmente tienen programas sobre relaciones saludables dentro del Centro Penitenciario de Topas. También están preparando dos jornadas de trabajo para los días 23 y 25 de noviembre en las que debatirán la nueva ley contra la violencia de género, en la que se dará mayor importancia a los hijos y la mujer podrá ir acompañada de una persona de su confianza, además de por su abogado.

También intervino Paz Junquera, de la Asociación Beatriz de Suabia, que expuso los programas de igualdad contra la violencia de género, que vienen desarrollando en centros de todo tipo y que han traído a Béjar, en diferentes ocasiones, enfocándolos hacia personas mayores.

La Asociación de Mujeres Emprendedoras de Guijuelo, presentó sus trabajos de los últimos años, nacidos de la necesidad de formación de las mujeres del mundo rural. Han llevando su labor hacia la orientación y la captación de ayudas, de cursos y talleres, que han ido dando sus frutos a lo largo de los últimos años, consiguiendo que muchas mujeres hayan encontrado trabajo. Además, tienen abiertas sus puertas a todas aquellas que necesiten apoyo o ayuda, encauzando sus necesidades hacia los organismos que puedan atenderlas. Están presentes en todas aquellas actividades en las que se requiera su presencia y actualmente tienen en marcha un programa de radio.

Finalizó el acto con una serie de reconocimientos a personas e instituciones que durante estos 25 años han colaborado con Amdeve.

El viernes, un concierto puso fin a los actos conmemorativos del 25 aniversario. Comenzó con la lectura de un manifiesto por la presidenta de Amdeve, Emma Kunst, en el que dio las gracias a todas las mujeres que han pasado por Amdeve, para hacer visibles los problemas y las necesidades relacionados con su género y promover cambios de actitud fuertemente arraigados en la sociedad. Ensalzó el valor que tiene trabajar en esos temas, dentro de una comunidad pequeña, en la que todo tiene una gran repercusión y defendió el feminismo como el deseo de una sociedad más justa e igualitaria, donde hombres y mujeres vivan desarrollando sus propias capacidades, por lo que son y no por lo que se espera de ellos; donde sean pareja, no para completarse o depender uno de otro, sino para caminar juntos en un proyecto común; donde la familia sea el lugar para educar y disfrutar y no una carga o un lugar de temor y violencia.