Running y vida: valores compartidos

Llevo ya unos años pisando asfalto, barro o jaras. Llevo ya unos años parafraseando, con cabeza y piernas, aquel libro de Alan Sillitoe: "La soledad del corredor de fondo". Y cuantos más kilómetros pasan por mis piernas y cabeza, más me reafirmo en la importancia, en la decisiva panoplia de valores (algunos olvidados, cuando la vestimenta nos cubre de formalismos) que conlleva esta disciplina deportiva. Sacrificio, esfuerzo, superación, compañerismo, sensaciones emotivas y emocionantes que te acompañan durante 21,42 ó 100 km y que te dejan un poso para aprovechar en tu día a día.

El corredor de fondo ha de basarse en tiradas largas trabajando la resistencia, el sufrimiento, la constancia, la disciplina, el esfuerzo...el objetivo está allí donde no llega la mirada pero si el pensamiento, la ilusión. Estas pautas si las llevamos a nuestra vida diaria, si adquirimos unas rutinas conseguiremos unos hábitos y estos desencadenarán unas buenas sensaciones para conseguir finalmente nuestra meta que en muchos de nosotros no es el trofeo ( a veces estaría bien) sino la reconfortante situación de la palmada del compañero de sudor, la sonrisa de quien te espera en la meta o el tímido aplauso al descolgado en un pelotón .

Y mezclando vida y fondo o fondo y vida, tomó prestadas improntas de O. Wilde : "el sufrimiento es el medio por el cual existimos, porque es el único gracias al cual tenemos conciencia de existir"

Sufrimiento deriva de la palabra latina "suffere", sostener, es la emoción creada por cualquier conducta que someta al sistema nervioso al mal o al no bien. La reacción para superar este estadío habitual en las carreras de fondo y en el fondo de la vida, constituye un factor esencial en la superación personal mucho más allá de huesos y músculos, ligamentos y fibras, geles y sales.

Sacrificio, ese esfuerzo extraordinario para alcanzar un beneficio mayor, o esa meta cercana con acordes de música extrapolada, sin tener en cuenta, gustos, intereses o comodidades. No es un castigo, es una reafirmación del carácter, una fuente para nuestro crecer personal y muchas veces colectivo.

El sacrificio en casi todos los ámbitos de la vida lleva aparejado, perseverancia, compromiso, superación, servicio.....

Estas pautas que nos hacen crecer como personas son las mismas que nos harán mejores corredores en la competición y en la vida, necesitaremos técnica de carrera, series y hitt; imprescindibles los trabajos de fuerza y movilidad articular o lo que es lo mismo necesitaremos formación cultural, exámenes en tiempo récord, controlar al máximo nivel nuestros mínimos parámetros y será imprescindible estudiar o trabajar con ahínco y adaptarnos al medio donde nos movemos sin rompernos en pedazos por nuestra inmovilidad.

La carrera y la vida son tan similares que en ambas, como en la maratón sorteamos dificultades, cuestas, charcos , afrontamos el salto y amortiguamos la caída y a veces, pocas veces, abrimos las alas de la imaginación aunque no despeguemos del suelo y las suelas arrastren el asfalto o el barro .