Regresión, una simbiosis entre el miedo y la mente

Regresión, la nueva película de Alejandro Amenábar, establece una simbiosis entre el miedo y la mente. Un miedo en este caso ante lo diabólico y de cómo la mente es capaz de engañarnos e implantarnos falsos recuerdos, pudiendo llegar a desatar una oleada de pánico ya no individual, sino colectiva.

Para crear la película, el director se focalizó en la búsqueda de hechos reales, concretamente, en el denominado pánico satánico que tuvo lugar en Estados Unidos durante la década de los ochenta.

Parece ser que todo comenzó con la publicación del libro Michelle recuerda (Michelle Remembers), escrito por Michelle Smith, supuesta víctima de abusos rituales satánicos, y por el Dr. Lawrence Pazder, su terapeuta desde el principio y más tarde también marido.

El libro cuenta cómo Michelle comienza a visitar al médico para tratar una depresión surgida a raíz de un aborto espontáneo. Es entonces cuando el doctor decide profundizar en su mente utilizando una terapia de hipnosis. Michelle empieza así a recordar su participación en misas negras durante los años 1954 y 1955, afirmando ser sometida a diversos abusos y rituales, e implicando en ellos a su propia madre. Dice además que durante las ceremonias se dedican a desmembrar animales o a beber una serie de extraños ungüentos, y que la figura del mismísimo diablo se aparece y es quien elimina todo rastro de las cicatrices que ha ido dejando durante el año en su cuerpo.

Ante tal testimonio, se planteó si podía tratarse de algo real o de pura sugestión, pero fuera como fuese, la histeria generalizada se abrió paso dando lugar a la aparición de numerosas historias similares, denominando lo que ya hemos mencionado como pánico satánico.

Y es que los mecanismos de la psique son terriblemente complejos. De hecho, de alguna manera la película nos obliga a reflexionar sobre nuestras propias vivencias, preguntándonos hasta qué punto son reales o cuánto influye nuestra imaginación en la interpretación de los hechos que nos rodean, más aún cuando se trata del pasado.

En cuanto a la terapia de la regresión, actualmente es una técnica en desuso ya que no es posible distinguir entre la real y la falsa memoria sin la existencia de evidencias que puedan corroborarla.