Que no se esfume el río de Tejares

Cualquiera que sea vecino de Tejares se habrá quedado impactado al leer en el Norte de Castilla: "El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, se remitió ayer durante el pleno a la Confederación Hidrográfica del Duero como organismo capacitado para tomar una decisión sobre la pesquera de Tejares.... Fernández Mañueco afirmó que el Ayuntamiento no ha tomado ninguna decisión al respecto ni se ha aliado con la Confederación para eliminar la pesquera...".

Para acrescentar nuestro desasosiego, el periódico local La Gaceta titula una noticia similar así: "Confederación y Ayuntamiento se alían para eliminar ya la pesquera de Tejares". Además en el antetítulo de tan dramática noticia se remata añadiendo que el alcalde de nuestra ciudad "avanza que la CHD podría decidir su derribo en pocas semanas".

Pienso que es a los habitantes de Tejares a los que hay que preguntar primero su opinión al respecto, ya que son los que viven, aprecian y disfrutan de este pequeño paraíso originado alrededor de este brazo del Tormes. Hasta ahora no ha traído consecuencias negativas; al contrario, es como una especie de parque natural donde muchos seres vivos tienen un hábitat seguro. En este vergel hay una especie de Naciones Unidas de las aves. Palomas, cormoranes, vencejos, gaviotas, garzas, patos salvajes, más muchos otros cuyo nombre desconozco, se alimentan, beben, se relacionan entre sí en y alrededor del río. Hoy apenas queda un charco, pero me ha llamado la atención la fidelidad de algunos, especialmente las garzas, que cada mañana embellecen el paisaje. Creo que todavía nadie les ha preguntado su opinión. Tampoco, creo,le han preguntado a los niños, ancianos, jóvenes y perritos que pasean por sus orillas como única distracción. Para los que pasamos los cálidos veranos en Salamanca, el río se torna imprescindible pues se convierte en nuestro proveedor de aire acondicionado natural (espero que esto no genere envidia, ni siquiera de la sana) y mirando sus aguas viajamos por remotas regiones surcadas por caudalosas aguas. Peor aún, nos quedaríamos sin memoria histórica y literaria, pues tendríamos que salirnos de ella al desaparecer el pasaje que habla del Tormes que transcurre por Tejares en el famoso e internacional libro "El Lazarillo de Tormes". La historia del Lazarillo es uno de los escasos patrimonios del Barrio que tenemos los de Tejares. No ansiamos grandes construcciones ni majestuosos centros comerciales; sólo queremo

s seguir oyendo el murmullo que emana de sus aguas. Soñar al acercarnos al molino con el Lazarillo contándonos sus historias y trayéndonos costumbres ancestrales que no queremos olvidar.

Pido, por favor, a los responsables de cuidar la ciudad y a sus ciudadanos que defiendan los intereses de este Barrio, que es su barrio también pues tienen la responsabilidad de velar por todos. Tejares es una pieza imprescindible del puzle que es nuestra bella y dorada Salamanca. Así como defendemos y velamos por la conservación de la catedral, la universidad, la Casa Lis o tantos de nuestros rincones monumentales, no dejemos de lado este otro patrimonio que tiene Salamanca.

Así que desde Tejares pedimos que los padres de la ciudad se solidaricen con nosotros, ciudadanos sencillos, de a pie, pero que colaboramos pagando nuestros impuestos, acatamos sin rechistar las subidas del billete de autobús, la gasolina, el pollo, la luz, el teléfono, el jamón, etc. Pero sí queremos la subida de las aguas de nuestro Tormes; y que cese esta incertidumbre sobre el derribo de la pesquera.

Realmente nos sentimos impotentes ante esta situación, pero confiamos en que todo redundará para bien.

Texto y fotos de Jacqueline Alencar