Ciudad Jardín pide un autobús que llegue al centro

Desplazarse al centro en transporte público es un sueño irrealizable para quienes residen en Ciudad Jardín. La explicación, sencilla: no tienen una línea enlazada con el corazón de la capital. El autobús que para en la calle Gómez Ordaz llega a Los Alcaldes después de atravesar la avenida San Agustín y los paseos Torres Villarroel, Carmelitas y San Vicente."No se detiene ni junto a la Plaza ni en la Gran Vía", dice con gesto indignado Carmen García, presidenta de la Asociación de Vecinos de Ciudad Jardín.

Con el objetivo de solventar el problema, la representante vecinal defiende la creación de una ruta alternativa con parada en el centro. "El que quiere ir, por ejemplo, a la Rúa Mayor y coge el autobús aquí tiene que bajarse en el paseo de Carmelitas y recorrer el trayecto restante a pie", asegura. No es la primera vez que denuncia la situación, pero hasta el momento sus reivindicaciones no han obtenido resultado.

Tal y como apunta la presidenta, los dirigentes locales han contestado a las peticiones sin aportar una solución que satisfaga a los vecinos. "Nos han recordado la posibilidad de hacer transbordos", afirma. Aun así, reitera, la solución está en trazar otro itinerario y pide a los dirigentes locales que destinen los recursos necesarios para ello. "No conviene escatimar gastos, ya que es un inconveniente que condiciona el día a día de muchos vecinos", señala.

Por otra parte, en relación con los horarios de la red de transporte público, Carmen propone que los autobuses pasen cada diez o quince minutos en todos los puntos de la capital y no cada veinte o treinta minutos, como ocurre en algunos barrios y también durante los días festivos. "La espera se hace muy larga y si llueve es todavía peor", sostiene.

Red de tuberías, zonas de ocio e imprudencias en la carretera

El deterioro de las tuberías también preocupa a la presidenta. Según indica, este verano ha habido dos reventones. Y no han sido casos aislados. A tenor de lo que detalla, llevan viviendo así desde hace dos años. "En lugar de poner parches, el Ayuntamiento debe llevar a cabo una reforma integral", defiende. Los conductos, explica, son muy antiguos, tienen más de cincuenta años. Algo similar ocurre con la red eléctrica. Algunos cables están adheridos a las fachadas de los edificios y otros permanecen suspendidos entre dos bloques de viviendas. "Esto parece un pueblo y no un barrio de Salamanca", dice con rabia Carmen, quien sugiere proteger, al menos, los cables que cuelgan de las paredes exteriores de los inmuebles: "Estaría bien que los tapasen para que no estuvieran al aire libre".

La zona de juegos de la calle Antonio Romo exige a su vez una mejora a gritos. El suelo es de arena y, para evitar que los niños se caigan al suelo y se hagan daño o se manchen, la representante vecinal pide a los dirigentes locales que coloquen una superficie de goma. También deben hacerlo, añade, en la zona de ocio saludable ubicada en la calle Gómez Ordaz.

Para desgracia de los vecinos, según denuncia Carmen, la carretera que atraviesa la calle Silvestre Sánchez se convierte algunos fines de semana en un circuito de carreras. "A veces vienen conductores sobre las tres o las cuatro de la mañana y circulan a velocidades que superan con creces el límite legal y hacen derrapes", concluye.