Un extraño viola tu hogar

Pónganse en situación: Un hombre desconocido, extraño, sin remordimientos y sin escrúpulos, a cara descubierta y a plena luz del día, llama al telefonillo de su casa. No contesta nadie porque a las cinco de la tarde están trabajando o buscando a los niños al cole como cualquier persona honrada. Ese individuo, sin ningún tipo de reparo, espera paciente a que un vecino entre en el portal, o llama a un piso que sabe que le abrirán sin preguntar (despacho de abogados, consultorios médicos?.). Toma el ascensor y vuelve a llamar al timbre del descansillo, y esta vez pega su oreja a la puerta para cerciorarse de que no hay nadie. Agarra sus aperos y viola, sin forzar apenas la cerradura, la entrada de su (su de ustedes) santo santorum. Rápidamente corre hasta el dormitorio principal, saca un detector de metales y rebusca entre sus pertenencias más preciadas, más íntimas; en definitiva, rebusca en lo más profundo de su ser. El mangante arrampla con joyas y dinero, despreciando ordenadores, televisiones o cualquier objeto que no pueda ocultar fácilmente. Cierra cuidadosamente la puerta de su (repito, su de ustedes) casa y se va. Sale tranquilo, despacio y sin llamar la atención, incluso tiene la desfachatez y sangre fría de saludar a cualquier vecino que se cruce en su camino. Ahora piensen cómo se sentirían si llegaran a casa, a su hogar, y vieran que ha sido mancillada y asaltada, que un forastero ha toqueteado sus cosas?. las de sus hijos.

Tenemos más de doscientos policías locales y otros cientos de policías nacionales, Guardia Civil y cámaras de seguridad en las calles y han vuelto a robar en el centro de Salamanca a las cinco de la tarde. Otra vez han entrado en una casa de la Gran Vía, la cuarta en un año o menos.

Estoy seguro que a ese o esos individuos, los terminarán cogiendo, ya que confío plenamente en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, pero no confío tanto en las leyes de este país y menos aún en el sistema putrefacto que las gestiona. Dentro de unos días veré en los medios de comunicación la detención de una banda de asaltantes de pisos con tropecientos antecedentes policiales por los mismos delitos. Eso sí, no se les ocurra meterse por una zona de dudosa "peatonalidad", que tendrá las cámaras, dos agentes de la autoridad y la correspondiente sanción administrativa encima de ustedes.

Paraísos para mafiosos, delincuentes por las calles corriendo en manadas? entrando en tus casas, eso es la España del siglo XXI. Señores del poder, ya está bien de alzar la voz (generalmente alzando el puño) con eslóganes chorras sobre la "represión policial" y no conviertan a los policías en señoras de la limpieza que les pisan lo "fregao". Dejen de masacrar a multas a los ciudadanos honrrados, pongan más medios a disposición de las Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y, por favor, endurezcan las leyes de una vez, que esto es un sindiós.