Yo acuso

Ya se entiende, supongo, la alusión que hay en el título y que explica su contundencia. Y muy lejos de mí buscar comparaciones, pero recuerdo que éste fue el título de aquel famoso alegato (J´accusse) que publicó Emilio Zola en L´Aurore el 13 de enero de 1898. Lo pagó con el destierro y, quizás, con su muerte en accidente doméstico. Queda aclarado el título en honor a Zola.

Y aclarado esto y a inmensa distancia de aquello, recojo voces y opiniones y me atrevo a poner ese título en este alegato con estas diez acusaciones que podrían ser cien más:

Yo acuso a los poderosos y a los gobiernos que cuando hace quince años Bashar Hafez al-Asad fue elegido presidente por su padre que ya llevaba treinta años como dictador vitalicio de Siria, miraron para otro lado y no hicieron nada. La minoría alauita, bien dotada y con todas las armas en su mano, trituró sin compasión a los demás grupos, chiitas, sunnitas, turcos, kurdos, armenios? Y lo consentimos. De ahí viene el lodo actual.

Yo acuso a los que sostienen, bajo cuerda o a voces, a los cuatro ejércitos contendientes en Siria y mientras hacen confesiones públicas de buscar la paz les venden armas para que la guerra no cese.

Yo acuso a quienes han provocado o consentido el hundimiento más o menos sucesivo de Kosovo, Irak, Afganistán, Etiopía, Siria, Armenia, Kurdistán, Yemen, el Cuerno de África? convirtiendo esos países en un infierno en el que sólo cabe escapar a cualquier precio.

Yo acuso a los gobiernos de los países de tránsito de la masa humana que huye desde hace semanas y semanas porque han sido incapaces de gestionar con alguna garantía y humanidad su paso a través de sus tierras y fronteras

Yo acuso a los gobernantes europeos por su irritante y a la vez sobrecogedora incapacidad de cerrar las cuentas del reparto de refugiados, dando la impresión de que ellos son bastante peores que los ciudadanos a los que representan o dicen representar.

Yo acuso a los gobiernos, a los políticos, a los partidos y a los individuos que ante la masa humana que busca refugio desatan su instinto racista y arremeten contra los que huyen y nos llegan como fugitivos (¡y me da lo mismo que escapen de la guerra que del hambre!) señalándolos como portadores de todos los males.

Yo acuso a los gobiernos que ante las mareas humanas por el Mediterráneo acordaron inversiones para destruir con mayor eficacia los barcos utilizados por los que huyen y manipulando semánticas llaman en sus Medios "piratas" o "mafias" a los que venden, a precios altos, claro, ese mísero transporte destinado a hundirse a los pocos kilómetros.

Yo acuso a grupos sociales, intelectuales, religiosos, profesionales? con peso en la opinión pública y con cierta influencia en los gobernantes porque han levantado voces tibias, consideraciones medias, peticiones formularias cuando la extrema situación de cientos de miles de personas exigiría grito bien alto y a la vista de todos cayera quien cayera.

Yo acuso a la gente de a pie como el que escribe y suscribe que, ciego y sordo, sólo despierta y siente ganas de hacer algo cuando ve escenas como la del niño muerto en la playa.

Yo me acuso porque el frío se echa encima y la huida será cada vez más dura y nuestros gobernantes y los ciudadanos todavía andamos a vueltas con casi todo con una lentitud desesperante sin concierto y sin orden.

Yo, acusado, guardo silencio y miro a ver si tengo defensa o si tengo que cambiar cosas, ideas y actitudes.