Campos de fútbol ¿municipales?

Hace unos días, Unionistas de Salamanca C.F. protestaba así por el trato desigual del Ayuntamiento de la ciudad con los diferentes clubes. Unos gozan de campo propio concedido por el Ayuntamiento, que les supone gastos pero también ingresos en muchos casos, y siempre la ventaja organizativa, mientras otros se apañan a duras penas para ocupar algunas horas gratuitas en campos de uso compartido y pagar por todas las demás. Unionistas ha aumentado este año su cantera, respondiendo parcialmente a la gran demanda de los jugadores de categorías inferiores, pero no cuenta finalmente con el respaldo municipal para asumir este incremento, que abonaremos entre los socios y patrocinadores.

Las reacciones no se han hecho esperar. Varios clubes de la ciudad, muchos de ellos privilegiados por el Ayuntamiento en el reparto de instalaciones, se han apresurado a criticar al club que tiene más socios. Otros, castigados igualmente, callan por miedo, como lo llevan haciendo años. Es lógico que la repercusión social del proyecto y el ascenso a Regional del primer equipo lleve de la mano una expansión de la base. Si no fuera así, las críticas se fundamentarían en que no apuesta por la cantera y, por ello, no debería ser apoyado por la Concejalía de Deportes. Como sí lo hace, hay que tirar del hilo de la envidia por el otro extremo.

Los que no jugamos, ni entrenamos, ni entendemos muy bien esas largas trayectorias de directivos, delegados y demás prohombres del fútbol local, somos metidos en el saco de los tópicos: "los de Unionistas son (¡somos!) todos unos prepotentes, unos radicales y unos indeseables". Sí, los mismos que tenemos cierto escrúpulo y no queremos ganar categorías a golpe de talonario ni tapar con esparadrapo el escudo de nuestros amores. Cierta prensa no vacila en jalear la propaganda, aguardando la mesiánica venida de un equipo balear para que juegue en el Helmántico, llamando "el Salamanca" o "el Salmantino" a no se sabe muy bien qué, porque el Salamanca y su filial el Salmantino murieron un triste y gris 18 de junio de 2013.

"Que paguen". "Que jueguen en el barro". "Que no hagan equipos". "Que desaparezcan". Esos son los buenos deseos para Unionistas de tantos adalides del ¿deporte? salmantino. Es mejor no protestar. No inquietar a los que mandan. No defender el bien común con tal de no resultar molestos y poner en riesgo el propio. No arriesgar la parcelita de la prebenda. "Hay que ver la guerra que dan éstos de Unionistas?".