El sentimiento de la Marcha Teresiana no para de crecer

Agotados pero con las pilas muy cargadas para aguantar hasta el año próximo así llegaron los peregrinos a Alba de Tormes después de cuatro días de camino desde Medina del Campo. La Marcha Teresiana consolida su imagen de peregrinación dinámica, divertida y fuertemente espiritual atrayendo cada año a un mayor número de participantes. El alcalde, Jesús Blázquez, recibió a la santa con el bastón de mando en mano y no dudó en cedérselo para su entrada en Alba de Tormes, para recordar que es alcaldesa honorífica de la villa desde el año 1963.

Sentido, sentimiento y la figura del soñador

La Marcha Teresiana no solamente crece en número de peregrinos sino que también crece en sentido y sentimiento. El sentido de la oración y del acercamiento a la figura de Santa Teresa tiene un papel principal desde multitud de perspectivas, un sentido al que cada año que pasa se suma el sentimiento de amistad y cercanía entre los peregrinos y de recuerdo también a aquellos que ya no están.

Es imposible hablar de la Marcha Teresiana sin hacerlo de Eladio Briñón, fallecido hace un año mientras 'su marcha', que siempre ha sido la de todos, acompañaba los pasos enfermos de Santa Teresa. Eladio está vivo en cada uno de los peregrinos, en cada de sus hijos y nietos, que conocen muy bien el sentido de esta peregrinación, porque se empaparon del sentimiento del mejor maestro posible, su abuelo. Por eso, la peregrinación paró ayer a la altura de la casa de Eladio, para brindar un sentido homenaje al soñador con unos aplausos que se prolongaron durante tres minutos. La figura de Eladio Briñón estuvo muy presente no solo en la peregrinación, sino también en cada una de los vecinos que la recibieron.