El Tormes, un barrio convertido en circuito automovilístico

Ni el de Montmeló ni el de Sepang. Ahora el circuito de moda es el que improvisan algunos conductores en el barrio El Tormes. Aunque en estos momentos la situación parece más calmada, de vez en cuando, los que residen en la zona aún presencian carreras ilegales de vehículos. Supone, sin duda, la principal preocupación de los vecinos, quienes contemplan estupefactos cómo los automóviles circulan a velocidades que sobrepasan con creces el límite que establece la ley.

Así al menos lo asegura Tina Martín, presidenta de la Asociación de Vecinos El Tormes. Tal y como detalla, los rallies se organizan desde hace tres años y los "participantes" recorren, entre otras vías, la avenida Juan de Austria y las calles Maestro Soler y Maestro Tárrega, además de algunas carreteras que atraviesan el barrio San José. Según explica, son espacios anchos y sin apenas tránsito de vehículos: el paraíso para los amantes de la velocidad.

A tenor de lo que subraya la representante vecinal, quienes toman parte en las carreras proceden, sobre todo, de otros puntos de la ciudad. "Puede que haya conductores de este lugar, pero normalmente vienen de fuera", sostiene. Y, para atajar el contratiempo, apunta, es imprescindible que el Ayuntamiento incremente la presencia policial en las citadas zonas. Según afirma, los agentes recorren los sitios donde se realizan los rallies, pero lo hacen por la mañana, y las competiciones ilegales comienzan por la noche y continúan hasta las primeras horas de la madrugada.

"Vienen sobre las diez y media y se marchan alrededor de las tres de la mañana", asegura. Afortunadamente, hasta el momento, no ha habido ningún accidente que se haya saldado con heridos. El último percance del que tiene constancia Tina ocurrió durante la primavera de este año. Tal y como señala, dos conductores competían por aparcar en un punto de la calle Maestro Marqués, situada junto al colegio Alfonso X, y el primero que llegó al lugar, mientras maniobraba para estacionar, tiró una de las vallas de la escuela. El automóvil, aclara la presidenta, no quedó siniestrado y el conductor se dio a la fuga. "Al coche apenas le pasó nada y, cuando los agentes acudieron al lugar, el automóvil había desaparecido; solo estaba el propietario del segundo turismo", indica.

Botellones y suciedad

También inquietan a los vecinos de El Tormes los "botellones" que tienen lugar ocasionalmente en la calle Maestro Marqués. Según sostiene la representante vecinal, los promueven las personas que participan en las carreras. "Aparcan los utilitarios, ponen la música y comienzan a beber alcohol, a comer pizza y a manchar todo", denuncia. Y lo hacen, continúa, durante los meses de verano y a partir de las doce de la noche o de la una de la madrugada. Un motivo, añade, para que aumente la vigilancia policial en el citado lugar durante el período estival.

Por otra parte, en la calle Maestro Soler, radica un terreno que se ha convertido en un foco de suciedad. No faltan botellas de plásticos, latas e, incluso, a veces, a tenor de lo que precisa la presidenta, piezas de vehículos. Y, en una ocasión, el solar se convirtió en la cocina particular de un grupo de vecinos. "Prepararon una barbacoa", dice con ironía. Además, recuerda, el Consistorio debe poner los medios a su alcance para adecentar uno de los parques situados en la avenida Juan de Austria. La arena acumula suciedad; hay infinidad de hojas en el suelo y la hierba se ha apoderado de algunas zonas. "No resulta un lugar atractivo para que los más pequeños jueguen, se diviertan", concluye.