¿Pancartas en la Plaza o medidas conjuntas?

Esta es la historia. El grupo municipal Ganemos cuelga una pancarta del balcón del Ayuntamiento de Salamanca. En dicha pancarta puede leerse claramente una condena contra la violencia machista y con la misma claridad el logo del grupo político que la suscribe. Todas las condenas son bien recibidas, pero salen muy baratas sino sirven para potenciar medidas concretas. No basta con reunirse el consabido 25 de noviembre y volver a escandalizarse de lo que ocurre. Hay que pedir cuentas a las instituciones.

La violencia contra las mujeres es un hecho devastador: desde el 2004 hasta el 2014 766 mujeres fueron asesinadas, según cifras oficiales. Imagínense que se derribara un Boeing 747 y doscientos pasajeros más. Ante estas situaciones lo importante es ser muy eficiente, porque la preocupación es común y porque tales comportamientos de poder les repugnan a todos los grupos de la oposición, tanto al PSOE, como a Ganemos y Ciudadanos. Y, por supuesto, a cualquiera que considere que el respeto a los demás no es un favor, sino una obligación irrenunciable en la vida de pareja. Pero ante la pancarta ha habido muchas reacciones. La primera de la Asociación de Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio, quien ha recordado el reglamento que rige el uso de la Plaza Mayor, el cual prohíbe todo tipo símbolos y, por supuesto, se suma a la condena por la violencia contra las mujeres. Ante todo esto, ¿qué ha hecho el Alcalde? Primero, convocar la junta de portavoces de cada grupo para recordarles la legislación. Eso es gratis y se le da bien. Después, sabiendo que no dispone de la mayoría absoluta, ha dado un paso más: la creación de una Comisión de Violencia de Género para impulsar nuevas medidas. De nada sirvieron las demandas de la oposición en la anterior legislatura, todas se estrellaban contra la soberbia del Gobierno Municipal que ahora se sabe obligado a ceder, por más que le pese. Lo que nos importa saber es qué objetivos querrá lograr esta nueva comisión.

En la Unión Europea cuando quieren aplazar un problema crean una comisión de estudios, luego otra para evaluar la anterior y así sucesivamente.

Me pregunto, si será administrativa, o será una comisión que exija resultados concretos. Por ejemplo, ¿Investigará por qué razones el jefe de la policía local trasladó a la especialista en violencia de género a la emisora para recoger llamadas? Se preguntará ¿Por qué se cerró el piso de emergencia de Salamanca, bajo la indecente justificación de falta de presupuesto?

O ¿cuántas reuniones mantiene el Ayuntamiento con la Subdelegación de Gobierno, con competencias en este tema desde la Ley 1/2004? ¿Será valiente y se interesará en el número de funcionarias y los medios con los que cuentan para atender a familiares, o a las propias mujeres? ¿Terminarán, de una vez por todas, con las Cartas a un Maltratador, impensable en otros temas, como por ejemplo Cartas a un Terrorista? Bienvenida la Comisión y la apoyaremos para que sea mucho más que una declaración de intenciones.