Me voy de fiesta, que ya es hora

Este verano, que está a punto de terminar, no ha sido como otros, dado que la actividad política en España, no sólo no se ha relajado, sino que se ha mantenido abierto el Parlamento e incrementado su faena y da la sensación que sus inquilinos han querido demostrar que se ganan el sueldo trabajando duramente en verano. Es cierto que cuando algún medio de comunicación ofrece fotografías de sesiones plenarias de las Cámaras, la mayoría de las veces aparecen vacías (aunque no hayamos estado en periodo de sesiones ordinarias de ambas Cámaras, como establece la Constitución y que son de febrero a junio y de septiembre a diciembre); pero también aparecen vacíos sus asientos en otros meses con sesiones ordinarias.

Este verano, por tanto, ha dado una sensación diferente. Por un lado, la antesala de las elecciones al Parlamento de Cataluña, que todos sabemos que no es una confrontación electoral más, sino un órdago al Estado y las Instituciones, porque los dirigentes nacionalistas quieren dar un paso diferente y acercarse cada vez más hacia el precipicio suicida de una independencia que el actual marco jurídico político (Constitución Española) no reconoce. El tiempo y los ciudadanos juzgarán a los responsables de este desaguisado, que no sólo son los "Hunos", Artur Mas y las fuerzas políticas catalanas que esto sustentan, sino también los "Hotros", el Gobierno de Rajoy, por su inmovilismo y por querer conseguir todo a través de los tribunales de justicia (en este caso el Tribunal Constitucional y para ello quieren modificar la Ley Orgánica que regula esta alta institución del Estado) y no actuando previamente desde la arena política hablando, negociando, consensuando, llegando a acuerdos, como se hace en cualquier país democrático y en los organismos internacionales. Y por otro lado, la frenética agenda del gobierno, que quiere que el Parlamento apruebe los presupuestos generales del Estado de 2016 e incluso reformar una ley orgánica tan importante y que necesita reflexión y consenso, como la LOTC, sólo con una única pretensión: la electoralista, administrando bien los tiempos para rescatar esos millones de votos que ha perdido por hacerlo mal durante estos cuatro años y así poder recuperar y ganar las próximas elecciones de las que aún no hay fecha a estas alturas, aunque, al parecer, serán a finales de diciembre, coincidiendo con la lotería nacional más conocida en todo el mundo y con el preludio de la Navidad.

Pero quiero olvidar todo este cóctel político tan peculiar y sumergirme en las fiestas patronales de mi pueblo, de Mieza, que comienzan este fin de semana y que los miezucos siempre esperamos con entusiasmo. Aunque los días festivos históricamente se celebraban los días 7, 8 y 9 de septiembre (días del Toro, de la Virgen del Árbol y de las Vacas, por los festejos taurinos y la festividad religiosa) a los que se unió hace unos 40 años el día 6, como víspera, -incluso en los libros de Actas del Ayuntamiento en los siglos XVIII y XIX se recogen estas vicisitudes de cada uno de los días de fiesta-, este año el Consistorio ha prescindido del día 9 y, en cambio, ha incluido el 5, día del pregón y del comienzo oficial de los festejos.

Por tanto, ya estamos sumergidos en el jolgorio y quiero olvidarme del mundanal ruido para disfrutar de las distintas actividades organizadas por el Ayuntamiento y de los amigos de mi grupo, de mi peña 'El Coro'. En estas fiestas cumplimos nada menos que 38 años juntos (ya vamos viejitos), siempre con el mismo color de la camiseta (naranja), siempre con un local para las reuniones y la diversión y siempre alegres y divertidos. Y juntos disfrutaremos de verbenas, encierros, novilladas, pasacalles, procesiones y folklore e incluso de marchas ciclistas benéficas. Es mi pueblo, y para mí, que llevo el sentimiento miezuco muy adentro, es el mejor y donde más disfruto de este tipo de actividades festivas.

Quiero aprovechar este espacio que me ofrece el interesante rotativo Las Arribes al Día, dentro de Salamanca rtv al Día, para animar a la ciudadanía de la provincia y de más allá de los mares y de las montañas y otros confines de la tierra (internet es lo que tiene, que es universal), a visitar Mieza por estas fechas. No sólo podrá contemplar los mejores paisajes de la hermosa comarca de Las Arribes salmantinas, sino que disfrutará de nuestras costumbres y tradiciones y de la hospitalidad de sus gentes.