La espiritualidad de los iconos transmitida por Guillermo Gómez

Ayer tarde se celebró en la sala de exposiciones Bizarte la charla coloquio en la que el padre Félix, párroco de El Salvador, tenía previsto hablar sobre iconografía cristiana, sin embargo, no pudo asistir por motivos familiares, y dejó en su lugar a un experto en la materia, el padre Guillermo Gómez, un cura de origen bejarano que ha pasado la mayor parte de su vida entre México y Venezuela.

Pintor, profesor de arte y licenciado en Espiritualidad y Mística Carmelitana, después de 39 años en Sudamérica, ha vuelto a recalar en su ciudad natal después de una azarosa salida de Caracas, donde fue retenido, maltratado, encañonado y arrojado por un barranco por defender el asociacionismo y los nueve colegios parroquiales de zonas deprimidas de Caracas, en los que prestaba sus servicios.

Pese a que en sus primeros años de seminario le prohibieron pintar y quemaron sus obras, por considerar que su afición era incompatible con el sacerdocio, Guillermo Gómez ha seguido siempre muy ligado al arte y ayer compartió sus amplios conocimientos sobre iconografía con los asistentes a la conferencia de Bizarte, aunque más bien fue un coloquio entre amigos, en el que se explicaron los estrictos cánones que debe cumplir un icono para poder ser bendecido y reconocido por la ortodoxia cristiana, se resolvieron dudas y se compartieron experiencias, además de profundizar en el carácter místico ligado a este tipo de obras.

Una interesante tarde en la que los asistentes pudieron sumergirse en el arte y la espiritualidad de la iconografía cristiana de la mano de un experto, que pasará en Béjar una temporada, hasta que la diócesis a la que pertenece, decida su destino y del que los bejaranos podrán disfrutar.