¡Pasen y beban!

El Ayuntamiento de Salamanca es muy celoso de sus competencias. Por ejemplo cuando se le ha pedido, por parte de la oposición, para que lidere acciones relativas al empleo y no sólo con mesas y discursos, sino arremangarse y salir a buscar empresas que quieran instalarse en Salamanca, el equipo de gobierno respondía que eso no les corresponde a ellos. Que se les preguntaba por qué tipo de salidas tiene la juventud en Salamanca, pues su contestación se basaba en que ya existen muchos concursos y certámenes, de fotografía, de vídeos, etc. Pero siempre se trata de experiencias aisladas, las cuales no se encuadran dentro de una estrategia de empleo, o de formación. Eso sí, todos los certámenes sirven para convocar a la prensa y que las autoridades locales se hagan una foto. En cambio, parece que en lo que el Ayuntamiento sí se involucra es prestando la Plaza Mayor en las macro fiestas navideñas, donde el alcohol es el máximo protagonista. La fiesta de las gominolas atrae a más de 45.000 mil jóvenes cada año. Y se justifica diciendo que es una fiesta muy rentable para el sector de la hostelería. ¿de verdad?

Tendrán ustedes que hacer acto de fe porque, a día de hoy, no contamos con ninguna contabilidad que lo demuestre. El éxito del evento es muy simple: consumir alcohol y disfrutar de la tolerancia que rige esa noche. La Salamanca monumental, de la que nos sentimos tan orgullosos, se transforma en un museo vivo que contempla inerte cómo unos chicos y chicas sin futuro en esta ciudad, al menos sí pueden divertirse en ella. El propio Alcalde tiene dos varas de medir, o dos caras si lo prefieren. Por un parte controla a los hosteleros nocturnos para que cumplan la normativa sobre el alcohol y, al mismo tiempo permite que exhiban vallas publicitarias con marcas de bebidas en Salamanca.

De hecho, en el año 2014, durante nuestra famosa navidad etílica, se podía ver en la propia fachada del ayuntamiento la proyección luminosa de una famosa ginebra. Mientras, el concejal de policía y el propio jefe de policía cavilaban sobre el fenómeno sin tomar decisiones. Resulta indecente no estimular actos culturales que sean un referencia nacional, o que se trabaje codo con codo con las dos universidades, buscando ideas sobre trabajos de investigación, o recompensar a jóvenes emprendedores que busquen soluciones para Salamanca. No se piensa en estas iniciativas, porque para pensar primero hay que tener interés y estar todo el día trabajando, o viajando para copiar otros Ayuntamientos: feria internacional del móvil, certámenes nacionales de música, o de arte. Pero creadas para afianzarse en el panorama nacional. Sin embargo, es más fácil creer que los jóvenes sólo son consumidores de alcohol y si participan en un concurso del Ayuntamiento, no les importará tener a cambio un diploma que sólo sirve para colgarse en la pared. El caso es entretenerles, porque de su futuro ya se ocuparán otros.