La mujer y sus utensilios

"Los rayos de sol aún no entran por el ventanal. Es temprano, pero hay que ir al campo a trabajar. Mujeres para la trilla, también a recolectar las frutas y las verduras que la vega nos da. Terminada la cosecha con el trigo, mujer haces pan.

Los niños vienen corriendo con pizarra y tajuela, ¡ya se acabó la escuela!

A lo lejos una voz: mujer, mujer, corre que la mari ya parió. Y ahora a ejercer de partera, vuelta a casa, ya nació.

Sentada con la costura, a coser el pantalón, clavo la aguja y otra voz. ¡Mujer, mujer, necesito una inyección! Cojo aguja, preparo alcohol, todo listo; pinchazo y en un momento te encontrarás mejor.

Mañana será otro día, el cochino listo está, morirá sacrificado y así alimentará las bocas de la familia que el campo trabajará. ¡Mujer, mujer, las tripas para lavar! ¡Mujer, mujer, los chorizos a enfusar.

Ya termina la jornada y vamos a descansar después de hacer la comida y faena del hogar.

Anochece y en la cama mi cabeza vuelta da pensando qué dura es la vida de una... mujer rural".

Texto incluido en la exposición de Florida de Liébana, La mujer y sus utensilios, dentro del homenaje a la mujer rural.