¿Quién pide cuentas a la Iglesia?

Esta semana se ha juntado todo, por un lado hemos disfrutado de las fiestas patronales de todos los pueblos. Y de manera intensiva, tanto en decibelios como en concentración de celebraciones. Pero además hemos tenido en Salamanca una gran visita. Ha venido a conocer de cerca la capital una empresa de turismo internacional, LONELY PLANET, autora de maravillosas guías de viaje. Para que se hagan una idea de su enorme prestigio, si entran en google podrán asombrarse de su poder de influencia.

Tiene más de 37.300.000 entradas, pero sólo contando las de que están en idioma castellano, o sea que imagínense si sumamos otros idiomas. Una gran noticia, porque eso significa que reconocen y quieren apoyar al turismo.

Sabemos que a nivel nacional y local representa una fuente de ingresos muy importante para nuestra economía, y que actualizar la información sobre nuestra provincia, así como de nuestra capital, incrementará el mismo, gracias a una firma de viajes tan solvente. Pues bien, si el turismo es la gallina de los huevos de oro, dado que no contamos con una estructura industrial en la capital, es algo que debemos cuidar. Y el principal reclamo que define nuestro entorno es nuestra arquitectura monumental, el principal motivo para hacer turismo aquí. Un turismo que hay que cuidar, diría más, que hay que mimar.

De nuestros monumentos, más de un sesenta por ciento son religiosos. Pues bien, ¿Qué ha hecho la iglesia?, no me refiero a la iglesia de base, que está a pié de calle dando la cara por los demás y metiendo los pies en el barro, porque le estorban los oropeles, sino a esa otra iglesia que no está pendiente de las necesidades de las personas sino de su burocracia completamente trasnochada, que vive de espaldas a la gente y que tendría que apoyar a la ciudad y a sus visitantes.

Para ello, debería cumplir escrupulosamente con un programa que se llama Apertura de Monumentos, en colaboración con el Patronato Provincial de Turismo de Salamanca, el cual fija un horario de verano de apertura, mañana y tarde, pero no lo han hecho. Y además sin dar explicaciones. Si nunca las ha dado porque iba a comenzar ahora. Una de nuestras joyas monumentales como la Catedral Nueva estaba cerrada este sábado 14, desde las 17.00 horas. El fin de semana de mayor afluencia de público en agosto. Otro ejemplo, las Úrsulas sólo dedica 4 horas, de 11 a 13 y de 16 a 18.

El patrimonio histórico-religioso se mantiene gracias a los Presupuestos Generales del Estado. La Iglesia sólo tiene que gestionar este presupuesto. Pero todo, absolutamente todo el dinero, sale de nuestros impuestos. Bien podrían actuar en consecuencia y reconocer que este patrimonio nos pertenece a todos, que no se puede gestionar como un coto privado con derecho de admisión. De lo contrario, es una grave falta de respeto a Salamanca y a su turismo.