La bondad de la gente

En esta temporada de laxitud veraniega, me acomodo más a menudo en mi sillón, frente al único interlocutor disponible. Una es además, ave nocturna y está dispuesta en tales circunstancias a tragar la comida televisiva que le echen con tal de que no esté aliñada con tiros y oscenidades.

Pues hete aquí que he tenido suerte, porque por la noche me han servido platos exquisitos y a pesar de mi insonmio, hasta me hizo reir la peli de larga duración "Asterix y Obelix contra Cesar", de aquellos tiempos en los que estaban de moda los comics para toda edad, con las aventuras de estos dos simpáticos galos. Una en bachiller quedó harta de la Guerra de las Galias y con simpatía hacia los pueblos atacados por el prepotente Cesar . Me caía bien aquella Lutetia Parisiorum que con el tiempo se convertiría en capital de la France y casi de Europa.

Bueno, pues a lo que iba, desdeñando tiros y recurrentes erotismos, me he dejado coger por atmósferas de bondad, de altruísmo y generosidad en películas y documentales. También me han entrado en los telediarios acontecimientos duros y recientes de los que nunca me inhibo, aunque a veces, es excesiva y hasta morbosa la retahila de estos y escaso o nulo el tiempo televisivo para gestos paralelos de bondad y solidaridad. Aprocecho para quejarme de la poca reflexión y pedagogía periódistica imparcial sobre los que de continuo se producen en nuestro Mediterraneo, del que J.Mª Gironella dijo que es "un hombre disfrazado de mar" por haber sido escenario de humanidad.

Las guerras, luchas tribales y religiosas asolan el Sudeste asiático, Africa, un continente al que no dejamos madurar ni mostrar su belleza y grandiosidad; ¿quién provoca esas guerras?, ¿con qué fines?. Dejan a la población, a los más pobres, sobre todo niños y viudas en total desvalimiento, expuestos a todo tipo de violaciones de los que visten uniforme de gorra caqui o azul, los presuntos salvadores. Escapan como pueden y expoliados, a nado o en barcas desvencijadas, se lanzan al mar en travesías llenas de peligros y muertes.

Los de enfrente, los ricos europeos, en inventadas crisis, los recibimos con más vallas, con más gendarmes, en más puntos calientes cada vez. Pero Europa, ¿qué es?¿un bunker?, ¿dónde queda el legado humanista? A esos pobres seres humanos que han gastado toda su fuerza y sus pobres recursos, que han dejado rasguños de vida por el camino, si sobreviven, todavía les esperan calvarios de inhumanidad al llegar a las costas europeas.

Ante este vil comportamiento, me avergüenzo de ser europea, española, cristiana, de una cristiandad tan falsamente pregonada. No entiendo que olvidando esos dramas diarios, actualísimos, aquí al lado, en el SUR, en nuestro bello már, se luche, se discuta por nimiedades del ego, se busquen plebiscitos para ser soberanos de una provincia, o autonomía. Tampoco entiendo que el señor del plasma y su séquito catoliquísimo, que los señores mitrados, que siempre dicen que nos están salvando, no salgan a las plazas a detener esta mortandad, a acusarse y acusarnos a todos los europeos de pecado de lesa humanidad. No, ahí siguen, de veraneo supongo y entre coctel y coctel diseñando promesas y presupuestos mentirosos para seguir en el poder y con todas sus prebendas los unos y los otros. La clase media, viajando por playas o sesteando como yo. La gente? pasando a umbrales de pobreza entre los 5 millones de parados. No digo más de los emigrantes que intentan arribar y cuya mortandad ha convertido al Mediterraneo en una sentina inmunda.

Pero basta, lavaré mi retina de la basura para quedarme con toda la belleza de este planeta que tengo la suerte de poder conemplar desde las alturas de mi parque de "Ciudad Rodrigo", el parque "colorao"; o en esos bellos filmes y reportajes que se me ofrecen gratis, comodamente recostada; me quedaré con toda la bondad que descubro a diario en la calle, en el barrio, en gestos de ancianos, en generosidades de madres, en muchas personas cuyas vidas no tienen otro sentido que la entrega, en relatos que se escurren por la tele, en esas Asociaciones maravillosas andaluzas que cargan con los emigrantes desfallecidos. Hay gente heroica y sencilla que emprende campañas con tesón para que un enfermo pueda ser operado, para que un niño pueda ir a la escuela. Mis páginas del correo estan llenas de estos reclamos. Por favor, salgamos de la indiferencia, hagamos visible la bondad, la nuestra y la de los otros. Es una dama hermosa que camina a nuestro lado aunque quizá la descubramos cubierta de harapos como la hermana pobreza de la que Francico de Asís se enamoró.