Las fisuras del parque de los Jesuitas

El parque de los Jesuitas es un remanso de paz, un entorno apacible para correr, pasear, descansar en la hierba y, por qué no, también para sentarse en un banco y devorar uno de esos libros de prosa ágil que tanto gustan durante el verano, cuando las preocupaciones laborales dan un respiro y el tiempo libre se multiplica. Pero no es oro todo lo que reluce en el enclave verde por antonomasia de la capital. El paseo central y las zonas exteriores se encuentran en buen estado. Sin embargo, al adentrarse en los caminos adyacentes a la vía principal, las cosas cambian. Las imágenes de pulcritud les ceden el protagonismo a otras bien distintas, a unas que despiertan una sensación de abandono y que entristecen a quienes visitan con frecuencia el recinto.

Los caminos próximos al central están repletos de piedras incrustadas. Con el paso del tiempo, los pavimentos se han erosionado y ahora recorrer esos lugares supone una tarea complicada y dolorosa. "Te cuesta un montón andar, ya que los cantos se te clavan en las suelas de los zapatos y acabas sintiendo molestias en las plantas de los pies", asegura Rosario Hermosa, presidenta de Prodesi. La responsable de la asociación vecinal atribuye el deterioro a las inclemencias del tiempo, sobre todo a las lluvias.

Y, para evitar que las próximas precipitaciones sigan causando más daños, pide al Ayuntamiento que tome cartas en el asunto. "Pedimos que nos mejoren las vías, que las dejen lisas, ya que, como en invierno caiga mucha agua, el deterioro aumentará", dice con gesto de preocupación. Pero no se muestra optimista y duda de que el Consistorio aporte una solución: "Creo que a los dirigentes locales no les preocupan los desperfectos del parque, puesto que tienen poca voluntad para acometer los arreglos". A juicio de la presidenta, la solución es sencilla. "Solo hay que retirar las piedras y revestir los senderos con cemento o alquitrán", defiende. Una medida que, en su opinión, mejoraría la accesibilidad y ayudaría a mantener limpias las calles.

Tal y como señala la líder vecinal, muchas personas mayores atraviesan cada día los caminos pedregosos. Un inconveniente que añaden a la pérdida de reflejos fruto de la edad y que urge solucionar para evitar los tropezones y las caídas:"No tenemos constancia de que alguien se haya dado un golpe grave, pero hay que tomar todas las precauciones del mundo".

Asimismo, algunos de los caminos adyacentes están unidos al paseo central mediante escaleras de piedra. Pero los peldaños se encuentran también en un pésimo estado. Se han desprendido algunos trozos y eso pone en riesgo a las personas que suben los escalones para incorporarse a la vía principal. "Puede estrellarse contra el suelo cualquiera, también la gente joven", sostiene la representante de la plataforma.

Las zonas de ocio infantil, cubiertas de arena, también le quitan el sueño a Rosario. A su juicio, el Ayuntamiento debe retirar parte de la tierra y colocar superficies de goma. "Si los líderes políticos optan por no cambiar el suelo, los niños seguirán cayéndose y dañándose las rodillas", sostiene. Con independencia del citado problema, en su opinión, el aspecto que ofrece el parque infantil es desolador: "Transmite una imagen de abandono; está sucio y nadie se ha molestado en cortar las hierbas que crecen en las orillas". Además, en los caminos adyacentes a las zonas de ocio infantil, hay arena. Por todo lo señalado, tiene clara su conclusión: "Se te quitan las ganas venir".

A tenor de lo que afirma la líder de Prodesi, durante la campaña de las elecciones municipales, el actual regidor visitó el Centro Cultural Miraltormes, y Rosario le expuso las carencias del parque de los Jesuitas. Pero, según detalla la representante de la plataforma vecinal, Mañueco se mostró escueto y poco partidario de las mejoras: "Sobre los caminos empedrados no me dijo nada y después, cuando le expuse el tema del parque infantil, me contestó que a la gente le gustaba mucho la arena". Aun así, la presidenta descarta tirar la toalla. Por eso, tan pronto como terminen las vacaciones, presentará por escrito sus pretensiones. "Este año han mejorado el parque de la Alamedilla, a lo mejor en 2016 le toca a otro", concluye con ironía.