Francisco Javier Santero, ‘Sin juventud no hay futuro’

Llega el 12 de agosto, y como cada año, celebramos el día internacional de la Juventud. Aprovechamos nuestro día para denunciar que hay olas de calor que no pasan. El ambiente irrespirable que afecta a las personas jóvenes dura ya demasiado tiempo, casi una década.

El dato más preocupante sigue siendo el del paro juvenil, el 49,22% de las personas jóvenes de 16 a 24 años se encuentran desempleadas (según la EPA), o lo que es lo mismo, casi la mitad del colectivo joven en España no cuenta con una oportunidad para desarrollarse profesional y personalmente.

Un proyecto de vida autónomo comienza con la emancipación, y ello sin un trabajo se hace inviable. La situación en España conlleva que sólo 2 de cada 10 personas jóvenes estén emancipadas de casa de sus padres y madres actualmente. Sin un hogar propio en el que establecerse es complicado formar una familia.

Este ambiente gris, propio de un fuerte temporal de verano, repleto de nubarrones que impiden ver con claridad un futuro, fuerza a miles de personas jóvenes a buscar una esperanza en otros países, más de 200.000 personas han emigrado desde que comenzó la crisis.

Sin embargo, no son únicamente los números los que nos preocupan, sino la cara humana de esta crisis que nos rodea, ya que son nuestros padres las personas que han sacrificado todo por darnos una educación y los que luchan por vernos formados y con un empleo digno a nuestras cualificaciones académicas.

Pero la realidad no es así ya que podemos ver que muchos de nosotros tenemos que irnos a otros países a buscar ese sueño dorado y ver como nuestras familias, destrozadas al ver a sus hijos marchar, se preguntan qué error han cometido para que sus bienes más preciados, que son sus hijos, tengan que salir y mendigar un puesto de trabajo, que no es ni siquiera la mitad de parecido al deseado, y el cual les obliga a malvivir en el extranjero

Mientras todo esto pasa vemos con rabia como nuestros periódicos se llenan de noticias sobre corrupción, recortes y paro donde deberían salir ofertas de empleo y prosperidad para este país.

No nos damos cuenta, pero desde que se inició la crisis, estamos formando a jóvenes para que otros países se aprovechen de esa formación y se lucren a su costa, avocando a España a un lento y peligroso envejecimiento de la población y con ello negando las puertas al futuro, y además de todo eso, tomamos medidas que en vez de crear puestos de trabajo los rebaja aún más, ya que aumentando la edad de jubilación estamos negando la posibilidad de la ocupación de esos puestos de trabajo a personal joven, que además es el encargado de mantener las pensiones de jubilación.

Solo me gustaría remarcar esta intervención con una simple y a la vez compleja frase que refleja todo lo anteriormente escrito.

SIN JUVENTUD NO HAY FUTURO.

Francisco Javier Santero Castellano