Solos en el andén

Ahí es donde la Unión Europea nos ha dejado. Dinero, leyes y futuro pasan por el corazón de Europa. Desde allí ya empiezan a ser más exigentes con nuestras milongas, con nuestros lloros latinos y nuestra apasionada defensa de? la nada. Se acabaron los proyectos vacíos, sin revisión y sin pies ni cabeza que antes se financiaban a chorroborro desde esa divina providencia que es Europa.

Este ya no tan jovenzuelo, participó en la elaboración del libro blanco de la juventud europea que dio pie a la creación en Europa de los programas de apoyo a los jóvenes de la UE más allá de los programas Erasmus, Da Vinci y otros. Creyeron en las demandas de los jóvenes y en su primera edición destinaron un pastizal? Al final de 5 años se ejecutó tan sólo un paupérrimo 45% del total. Conclusión, el segundo programa se destinó solo un 50% del periodo anterior. En el siguiente programa, se suprime. Es decir, Europa confía, pero si no hay resultados, desaparece. Se ha vuelto pragmática y taxativa la madre Europa. No sólo lo ha sido con los griegos, lo es con cada proyecto que no es creíble y mucho menos viable.

Con esto, Europa nos acaba de dejar en el andén del desarrollo industrializado en nuestra provincia, con lo sedientos que estamos de proyectos de este tipo. Pero no pensemos que siempre cae la moneda del mismo lado, esta vez es que ni la tiramos al aire. Tal era nuestro intento de pedir por nada que el truco no nos ha salido.

Insisto, como ya lo hice en otros artículos anteriores, que el desarrollo de ZALDESA es vital para nuestro futuro. Especialización, industrialización, empleo, calidad de vida, desarrollo más allá del turismo y la oferta cultural. Si no hacemos todo lo posible, perderemos este tren. Hasta ahora nos hemos quedado en el andén. La locomotora europea ha dicho que no pasa por Salamanca. Lejos de ser complacientes, los salmantinos debemos ser exigentes. Nuestros políticos locales han mandado un mensaje a todas luces alarmante: no pasa nada, si no nos dan esos fondos? los ponemos de lo público. NO, NO Y MIL VECES NO. Si no hay dinero para haber apoyado a cientos de emprendedores que se han tenido que ir fuera de Salamanca a buscar recursos que la administración les negaba, no puede seguir habiendo para que con nuestros impuestos pagados a base sangre, sudor y lágrimas sirvan para mantener inutilidades ni a inútiles. Hablamos de un montante total de cerca de 20 millones de euros, así que eso no son quíteme usted esas pajas.

Necesitamos presentar un proyecto viable en base a un apoyo económico privado claro. Nuestros políticos locales temen enfrentarse a negociaciones ante empresas de alto nivel donde se destaparían sus vergüenzas, pero dejen trabajar a quien sabe. Empresas de capital riesgo como EQT están deseando entrar en zonas como la que nuestra provincia ofrece.

Combinar su trabajo, experiencia y capacidades con empresas internacionales como National Express (empresa propietaria de ALSA y de varios derechos de uso de las redes ferroviarias en España tras su privatización) ofreciendo todos nuestros recursos para que se asienten en ZALDESA son un perfecto aliado. Que los fondos europeos lleguen pasa por tener un plan de futuro, de viabilidad, de calidad en las inversiones, de socios profesionales. Volvemos también a una cuestión prioritaria: eliminar vestigios políticos y de la administración al desarrollo de este proyecto. El accionariado de este enclave no puede ser de la administración, ni local ni autonómica. Ni siquiera al 51% (mayoría pírrica en las votaciones), ni por justificaciones del territorio, nada. No hay razones que exijan que la administración esté presente en este proyecto. Si acaso, una participación inversora a fin de que si un proyecto tan ambicioso produjera beneficio económico, repercutiera en las arcas públicas. Haber iniciado el proyecto está bien, que se desarrolle exige, en términos muy charros, un destete desde ahora mismo.