Puertas giratorias

Por simbología política, cuando hablamos de "puertas giratorias" nos referimos a la expresión que designa de forma coloquial el hecho de que un alto cargo público (o medio) se marche a trabajar a una empresa privada, obteniendo beneficio de su anterior ocupación pública y produciendo conflictos de interés entre la esfera pública y la privada, en beneficio propio y en perjuicio del interés público. Pero también existen movimientos de cargos entre el sector público, el sector privado y viceversa. Diríamos genéricamente que es una cadena de favores entre la política y la empresa. Por ejemplo Rodrigo Rato, en su día ministro de Aznar, desde el FMI a Bankia y a Telefónica, y Juan José Güemes desde empresas sanitarias privadas a la Consejería de Sanidad de Madrid con el PP.

Otros casos recientes de estas últimas semanas: Rajoy ha premiado a uno de los peores ministros de la democracia con una embajada "ad hoc" ante la OCDE, en París, al exministro de Educación, Wert. Y lo hace para que acompañe a su ahora ya esposa Gomendio, ex secretaria de Estado de Educación, y actualmente directora general adjunta de Educación ante el mismo organismo. Algunos, muy críticos y ácidos con la pareja feliz, tildan este nombramiento de "embajador por amor". Pero, claro, la oposición entera y muchos españoles y bastantes diplomáticos de carrera, además de la mayoría de los docentes y asociaciones de padres, están que trinan con esta decisión tan aleatoria como caprichosa de Rajoy.

Existen varias categorías de puertas giratorias, de grado mayor, medio y menor; además de los favoritismos para colocar a personal allegado y pagarle así servicios prestados o que vaya a prestar.

Las mejores puertas giratorias ?por la cuestión dineraria fundamentalmente- están en los Consejos de Administración de las grandes empresas del Ibex 35, y en los Consejos de Fundaciones públicas y privadas.

No se quedan atrás las puertas giratorias de instituciones públicas, como el Tribunal de Cuentas nacional y los autonómicos, el Consejo de Estado, los diferentes consejos consultivos autonómicos?Ahí aparecen los nombres de Gallardón, Leguina?

"España acumula suspensos en transparencia. Hay puertas giratorias tan groseras que son casi sobornos?Los datos de conexión entre negocios y políticos son alarmantes", ha asegurado el director del estudio Transparencia Internacional, Manuel Villoria. Eso explica que la percepción de la corrupción sea mucho más elevada en España que en el resto de Europa, como muestra el Eurobarómetro. El 93% de españoles considera que "el favoritismo y la corrupción dañan la competitividad de los negocios en el país" (la media europea está 20 puntos por debajo); En España el 52% (cinco puntos más que la UE) piensa que "la única forma de tener éxito en los negocios es haciendo uso de conexiones políticas" y un 88% (18 puntos por encima que la UE) cree que "los sobornos y el abuso de poder están generalizados entre los políticos".

La ONG, Transparencia Internacional, realizó estos estudios sobre corrupción, financiada por la Unión Europea y según mostró el Eurobarómetro, el 93% de españoles considera que "el favoritismo y la corrupción dañan la competitividad de los negocios en el país" (la media europea está 20 puntos por debajo); En España el 52% (cinco puntos más que la UE) piensa que "la única forma de tener éxito en los negocios es haciendo uso de conexiones políticas" y un 88% (18 puntos por encima que la UE) cree que "los sobornos y el abuso de poder están generalizados entre los políticos". A pesar de estas minuciosas investigaciones, el director de la Razón, F. Marhuenda, tildó de pijo-progres a estos excelentes profesionales y analistas de Transparencia Internacional.

Otras de las puertas giratorias, menores, pero también muy suculentas es IFEMA (Institución Ferial de Madrid), cuyo presidente Álvarez de Manzano, exalcalde de la capital de España, ha estado de presidente esta entidad ferial, puesto por el PP, más de 12 años, con un sueldo mensual bruto de más de 5.500 euros, dietas aparte. El caso es que Manzano solo desempeñaba funciones de representación, pues además tenía dos directores ejecutivos (también del PP) con secretarias y personal que gestionaban realmente IFEMA con un coste de más de 1 millón de euros por los gastos de gestión,

También es muy "normal" entre los partidos clásicos desde el PP, PSOE, hasta IU o el PNV y CIU, enviar a sus zombis políticos al cementerio de oro de los Senados nacionales y autonómicos. De ahí pasamos a los consejos de administración de las grandes y medianas empresas, bancos, instituciones y fundaciones. A otros se le regala pagas vitalicias propias de los acuerdos del Régimen del 78, y que han perdurado hasta la actualidad. Y seguirían si no hubieran entrado en la acción política los partidos emergentes fundamentalmente y los movimientos ciudadanos del 15 M.

Para una mayor información de cualquier lector más interesado se puede buscar en Internet: http://www.puertasgiratorias.org, y sale toda la retahíla de personajes ungidos por los privilegios y prebendas de las puertas giratorias.

Muchos de los altos directivos de bancos como Bankia, Santander, Bancaja, JP Morgan, Lehman Brothers España, o la energéticas British Petroleum, Endesa y Red Eléctrica, Iberdrola, más los de Telefónica y un larguísimo etc., terminan trabajando e influyendo en los diferentes gobiernos y viceversa.