“…No veo diferencia entre el verano y el invierno para las lecturas”

A estas alturas Juana Salabert tiene tras de sí una obra y un curriculum impresionante; eso sí, sigue con las mismas ganas que al principio, aunque a veces flaquee? Y no se dejen del engañar por sus ojos claros y su aire dulce; es vehemente y apasionada, damos fe. Es una de esas mujeres que consigue siempre lo que se propone, no lo duden. Un placer y un ejemplo. Gracias Juana

.- Empezamos por preguntar por su estado de ánimo, en este momento, cuando parece que algo cambia? expectante, entusiasmado, decepcionado?esperanzado

R: Digamos que expectante... Sin renunciar a ciertas dosis, mínimas, de esperanza.

.-¿En verano se hacen cosas distintas?

R: En mi caso, no. Suelo aprovechar agosto para trabajar con mayor intensidad, ya que necesito silencio absoluto y en ese mes no suelen sonar timbres y teléfonos por la mañana. De todos modos, a mí no me gusta el verano. Prefiero, si es posible, viajar en otras épocas.

.- ¿Cuánto han cambiado los veranos desde que tiene memoria?

R: Pues mucho, lógicamente. Sobre todo desde el inicio de esta maldita crisis, que más tiene de estafa que de crisis.

.- ¿Son buenos tiempos para la lírica o a veces no queda otro remedio?

R: Son malos tiempos para todo, para el 99% de las gentes, de las cosas y asuntos.

.-¿Y el panorama literario está tan mal como dicen o peor y se romperá por el eslabón más débil, que son los escritores?

R: Está mal, muy mal, en efecto. Espero no llegar a un mundo de ágrafos "felices"...

.- ¿Qué futuro le aguarda a una sociedad sin escritores y filósofos, donde parece que pensar sobra, molesta?

R: Ninguno. A menos que queramos ir a una "neoesclavitud", cosa que aplaudirían muchos de los voceros del neoliberalismo económico. No estaría de más releer a la Boétie, su "Discurso de la servidumbre voluntaria".

.- Todo el mundo parece estar de acuerdo en que la solución tiene que venir por el lado de la educación, pero parece que nadie sabe cómo ponerlo en práctica o no hay mucho interés?

R: Se debería empezar por tirar todos esos horrorosos libros de texto, que son cualquier cosa menos libros. Acercar a la gente a la belleza y a la ficción desde la infancia, enseñar a pensar y a aprender, a estudiar. Y olvidarse del estúpido y bobo "Plan Bolonia", que uniformiza y simplifica.

.-¿Ha sentido en algún momento la tentación de abandonar, de decir para qué?

R: Algunas veces, imagino que como todos. Sólo que yo no sería yo sin fabular, inventar y escribir.

.- ¿Y de explicar por enésima vez lo de los derechos de autor y la piratería?

R: Quienes piratean obras no sólo roban a autores, artistas, traductores, editores, cineastas, portadistas y un largo etc., sino que los condenan al paro y destruyen la libertad de la cultura a la par que engrosan las cuentas de las voraces compañías multinacionales de telefonía. Se comportan como consumidores alienados, caprichosos y egoístas, no como ciudadanos responsables. Me apena tanta ceguera.

.-¿Qué le diría a un joven que empieza?

R: que lea, lea y lea, no se llega a escritor sin ser lector impenitente. Que escriba sin doblegarse, con pasión y afán constante de superación. Que escriba lo que de veras necesita su alma sin pensar en modas o posibles grandes éxitos.

.-¿Qué libro ha leído últimamente que la haya dejado sin aliento?

R: "Ostende", de Weidermann. Una joya sobre la entrañable amistad entre los exiliados del nazismo Zweig y Roth en el verano del 36.

.-¿Y qué nos recomendaría para leer este verano?

R: Yo no veo diferencia entre el verano y el invierno para las lecturas.

.-¿A qué autor, a qué libro vuelve siempre?

R: A Marcel Proust. A Vassili Grossman. Y a Ana María Matute.

.-Planes para el verano que se acerca

Querría ir a la valiente Grecia, que le ha lanzado un "OXI", un no rotundo a las salvajes pretensiones de una Troika antidemocrática que está destruyendo la Europa nacida del contrato social alcanzado luego de la victoria aliada sobre el nazismo y cargándose, de paso, las soberanías de los pueblos.

Biografía Juana Salabert

Es licenciada en Filología Francesa por la Universidad de Toulouse Le-Mirail. Su obra narrativa se inicia en 1996 con la aparición de Varadero y, casi simultáneamente, con Arde lo que será (finalista del Premio Nadal). En 1998 publica Mar de los espejos, novela con la que alcanza un verdadero éxito de crítica y una magnífica acogida por parte de los lectores. En 1999 publica el volumen de relatos Aire nada más y el libro de viajes Estación central. Ese mismo año aparece la traducción al francés de Arde lo que será, así como la versión serbia y húngara de algunos de sus relatos. En 2001 obtuvo el Premio Biblioteca Breve por Velódromo de invierno y publicó la novela infantil La bruja marioneta. Sus cuentos han aparecido en diversas antologías colectivas, como Cuentos de cine(1996), Aquel verano, aquel amor(1997), Relatos contra la tortura(1997), Retratos literarios (1997),Páginas amarillas (1997), El sueño de un verano (1998), ¿Quién mató a Harry? (2000) o Episodios nacionales (2000 ). La noche ciega (Seix Barral, 2004; finalista del Premio Nacional de Narrativa 2005). Hijas de la ira (Plaza & Janés, 2005).El bulevar del miedo (Alianza, 2007: VIII Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones; finalista del premio Dashiell Hammett 2008).Cuentos de amigas (Anagrama, 2009) (antología de varias autoras).La faz de la tierra (Alianza, 2011).La regla del oro (Alianza 2015).

Charo RUANO