‘La teja traía cuento’, una muestra donde arte y palabra confluyen en perfecta belleza

Este lunes 3 de agosto de 2015, a las 19:30 horas, tendrá lugar la inauguración de la exposición "La Teja traía cuento", que podrá contemplarse en el ático de la papelería Yuste (calle Wences Moreno 6).

En dicha muestra se podrán visualizar los trabajos de Silvia Gil, excelentes obras en teja decoradas artesanalmente con materiales diversos y reciclados, que representan fachadas y lugares emblemáticos de distintos lugares de la geografía española y de otros países. (Más información en la página de Facebook "Las Tejas de Silvi")

Cada uno de los trabajos va acompañado de un breve relato con el que la escritora María Lavín ha querido unir sus palabras al arte de Silvia Gil, consiguiendo con ello una conjunción única e inédita en la que los que se acerquen hasta la exposición descubran como desde conceptos distintos, pero realizados desde el corazón, se puede lograr una conjunción de sentimientos, sueños e ilusiones.

La Exposición estará abierta desde el propio lunes hasta el 31 de Agosto en horario de 10 a 13:30 y de 17:00 a 20:00 (L a V) y Sábados de 10:00 a 14:00. Domingos cerrado.

Ángel Hernández Torres

Más información:

La artista Silvia Gil y la escritora María Lavín presentan la exposición 'La teja traía cuento'

El bosc de las fades

Entre la hojarasca se ocultaba Laia. Las puertas de todas las hadas del bosque se hallaban cerradas, el riesgo de que la descubrieran era inminente. "Si al menos apareciera algún duendecillo?" pensaba ella. De repente el ojo de buey se abrió y en un suspiro desapareció.

Luna llena en el bosque las hadas

Solo se oía el rumor de las olas del mar bajo la luna llena.

Sobre el acantilado, el lobo aullaba echando de menos a su amada.

El ulular del búho acompañaba su lamento.

Y quiso la diosa Minerva ablandar el corazón de la hechicera.

Rompiendo la maldición que mantenía a los amantes alejados de sus caricias.

Pero no tardó en lanzar nuevas estrellas fugaces en busca de víctimas inocentes.

El arco de la Macarena

El arco de la Macarena, en elevado recogimiento, nos invita al silencio, entretanto, dos aves nocturnas, en vuelo presto, buscan donde reposar su dulce amor antes de que salga el sol.

Faroles encendidos iluminan a paseantes nocturnos que entre suaves susurros van rezando un rosario en sincera devoción.

Lanzas, mirando al cielo, buscan la gloria de Dios mientras siete rostros de excelsa inmortalidad observan la sumisa procesión. María la encabeza, suplicando paz interior.

El refugio

Laura se adentró en el refugio, cerró sus puertas y ventanas. Solo dejó que entrara el silencio.

El tiempo pasó, cadenciosamente. Segundo a segundo, minuto a minuto, hora a hora, y aunque el agua del río Tormes corriera a su alrededor, sus puertas permanecían herméticas, Laura no deseaba que cambiara nada.

Y aunque todo a su alrededor estuviera en continuo cambio, sin embargo, ella, en su refugio, inmutable, creía sentirse a salvo.

Alejada de indiscretas miradas y de espejos, cuya única misión es revelar, al intocable, su propia miseria.

Consiguió no moverse, no comer, no beber y así hasta que llegó el día en que en nada se materializó.

Y sin embargo?

CAMBIÓ.