Pintura y escultura de dos artistas consagrados

En estos días se están exponiendo en el Ayuntamiento de Candelario las obras de Mª Jesús González y Julián Mateos, pintura y talla en madera.

Mª Jesús González es una pintora consagrada, por experiencia y por dedicación. Estudió para ser delineante pero en algún momento cambió los tiralíneas por los pinceles y asistió a clases con los maestros, ellos le dieron el empujón y le ayudaron a tomarse la pintura como un proyecto profesional y de vida. Desde entonces, ha venido creando una pintura limpia y estudiada, que guarda mucho de la simetría y la ligereza de líneas que la inició como dibujante, pero que ha ido mudando hacia trazos más ampulosos, con una excepcional concreción de los volúmenes, la perspectiva y el color.

También es profesora de pintura y hablando con nosotros, ha sacado su vena más docente, para explicarnos cómo un pintor que está aprendiendo, puede emborronar un cuadro partiendo del objeto planteado, creado y pintado sobre el lienzo, para una vez realizado el trabajo, dejar volar la imaginación. Esto es lo que enseña a sus alumnos, a los que consigue ilusionar sin ataduras, y muchos de ellos han sido ganadores de prestigiosos premios, como los que cada año entrega el pintor y escultor Venancio Blanco, otros se han convertido en diseñadores de importantes firmas comerciales y otros en estudiantes de Bellas Artes.

Su compañero de exposición y de vida es Julián Mateos, un querido colaborador de este medio, que en numerosas ocasiones nos cede amablemente fotos para nuestra sección "Miradas" y otras, nos sirven de excusa para tratar temas, que sin ellas, probablemente no nos habríamos ni planteado.

Julián Mateos es un escultor que arranca la vida de la madera muerta, con sus manos, gubias y cinceles, de forma autodidacta, utilizando la maestría que sólo la experiencia puede conseguir sacarle al niño que ha cogido muchas veces la navaja, crea obras que tienen la fuerza de la escultura figurativa, mezclada con un sorprendente realismo que te hace acercarte y alejarte de ellas para cerciorarte de que lo que estás viendo es una talla policromada.

Para sus obras más complejas, sobre todo las que son de bulto redondo, utiliza modelos en arcilla que le sirven para, de forma visual, calcular los volúmenes y a algunas les da un acabado semi-policromado dotándolas de un carácter de otro tiempo o delicadamente decadente, a otras les da un acabado con cera, frotándolas hasta bruñirlas, creando una pátina que resalta la nobleza de la veta natural del árbol sobre la imagen creada.

Para ambos, aprender de los maestros es fundamental, asiduos de los museos, aprenden de los grandes, cada día, su profesión les hace observadores, captando una visión de la realidad diferente, que en muchas ocasiones pasa desapercibida para el resto de los mortales, pero que ellos transforman en arte.