Los ‘arrieros’ de Salamanca se solidarizan con los cristianos palestinos de Belén

En su periplo por Tierra Santa, los arrieros peregrinos de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago (Acasan) han cruzado varias veces el puesto fronterizo entre Belén (Palestina) y Jerusalén o el resto de Israel, separados por el 'muro de la vergüenza'. Los continuos controles, el cierre total del paso provocando interminables colas de vehículos, las notables diferencias entre el estatus de judíos y palestinos hacen vivir a los peregrinos muy de cerca el eterno conflicto de Israel.

En medio de todo esto, la pequeña comunidad de cristianos de Belén sobrevive al acoso religioso, político y demográfico (apenas 8.300 personas y en constante decrecimiento). Muchos cristianos se han ido de la ciudad mientras que musulmanes de Hebrón y poblaciones cercanas se han trasladado a Belén.

Cooperativas cristianas

En una de las ciudades más sagradas para la Cristiandad, su comunidad de creyentes cristianos reclaman la solidaridad mundial y de quienes les visitan. Los integrantes de Acasan arroparon en su recorrido por esta urbe palestina a los cristianos apoyando a una cooperativa de objetos de regalo, a un restaurante y con un sentido acto religioso celebrado en la iglesia de la Natividad (en pleno proceso de restauración).

Tanto los cristianos locales como los guías palestinos pidieron al grupo de arrieros peregrinos de Fuenterroble que trasladaran a su regreso a España la grave situación por la que atraviesan, animando a otras comunidades de creyentes a que visiten los santos lugares de Israel, custodiados por los franciscanos, y de esta forma colaborar al sostenimiento de estos grupos que temen que en unos años no puedan existir ni siquiera espacios para el culto católico.

Ha sido sin duda uno de los momentos más emotivos de la expedición salmantina a Israel.

Intensas jornadas

La jornada se completó con la visita a la iglesia de la Visitación en Ain Karem, un distrito de Jerusalén, en medio de unos jardines y vistas sorprendentes, la maqueta de la histórica ciudad y el museo nacional de Israel, así como un paseo por la noche de la capital de Israel, coronado por un magnífico espectáculo de luz y sonido en el entorno monumental del viejo Jerusalén.

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