REGALOS QUE CURAN

En la terraza del Hotel Palacio de San Esteban, se dan cita varias personas para escuchar las historias de. EL BAÚL DE TUS REGALOS. Tina Gómez y Mª Jesús García son las encargadas de dar vida a este baúl cargado de regalos e historias de vida.

Desde hace más de un año imparten clases de manualidades en un taller patrocinado por el Ayuntamiento de Villares de la Reina.

Sus sesiones son semanales y de una duración aproximada de dos horas .

Tina y Chus nos relatan que al taller acuden alrededor de treinta mujeres, de diferente edad y experiencia de vida.

Se realizan diferentes proyectos casi todos personalizados:

Desde un álbum de SCRAP, decoración de cajas, letras, carpetas, hasta una muñeca fofucha. o las famosas Tildas.

Nos cuentan que las clases sirven de terapia psicológica, recomendada por los especialistas. Alguna alumna ha logrado salir de la depresión, otras han conseguido socializarse. Conocer amigas nuevas que les ha ayudado a romper la monotonía y la soledad.

Subir la autoestima también forma parte de estas clases ya que exigen disciplina, esfuerzo, pero a la vez una gran satisfacción por la obtención de unos resultados hermosos convertidos en verdaderos objetos de regalo.

El desarrollo de habilidades manuales es una de las tareas más educativas que existe porque es fácilmente aplicable a las tareas cotidianas.

Todas las mujeres coinciden, según las profesoras, que acudir a las clases es un pretexto ideal para arreglarse, salir de casa y para algunas una actividad que desestresa, que ayuda a desconectar de las preocupaciones de la vida diaria.

En más de una sesión han aportado delicias culinarias que saborean y unen al grupo.

Como historia curiosa nos relatan que al adquirir los materiales de los trabajos en EEUU, las medidas vienen en pulgadas, lo que da lugar a transformarlas en centímetros. Una verdadera clase de cálculo, que nunca viene mal.

Dicen Chus y Tina, que lograr adquirir la paciencia necesaria para confeccionar cualquiera de las manualidades es un gran reto y una buena dosis de disciplina.

Como algo curioso manifiestan que los talleres son un derroche de creatividad y buen gusto y esto queda plasmado sobre todo en los álbumes personalizados con fotos de papel, algunas antiguas, de momentos felices de la vida de una persona, como pueden ser; una comunión, un bautizo, una boda, cumpleaños, jubilación o sencillamente una fecha entrañable que se quiere recordar. Instantes emotivos y cautivadores.

Se adornan con papeles, puntillas, lazos, recordables y frases entrañables o incluso verdaderas poesías.

Seguramente más de una queda enganchada a estos talleres. que nos devuelven a otros tiempos en los que las mujeres se reunían para coser o bordar y "cortar algún que otro traje".

Para Tina y Chus impartir estas clases ha supuesto un gran reto que completan con cursos monográficos de un día.

Sin duda que su éxito continuará el próximo curso y aumentado, ya que durante este verano mostrarán sus habilidades y trabajos en algún local de la ciudad.