Luces y sombras

Así se ha ido construyendo permanentemente la historia de la humanidad; y así continuamos construyéndola en los tiempos de hoy. Nada extraño si no fuera porque hay momentos históricos que nos muestran con extraordinaria claridad que es imprescindible actuar de otra manera; que el camino no es el más adecuado, antes al contrario en muchos casos, el menos indicado para avanzar en humanidad y todos los valores que la van construyendo.

El Sistema Socio Económico que hoy nos embauca, el Sistema Capitalista, que muchas veces nos indigna, que otras veces nos arrastra, que en otras nos envuelve o se nos impone; y en otras nos seduce con demasiada facilidad e inconsciencia, no da más de sí para la tarea más justa y digna para todas las personas. Si alguna vez tuvo luces este Sistema, estas se han apagado totalmente. Solamente quiere más de lo mismo, y lo defiende, y lo cuida, y pone todos los recursos, que son muchos para continuar subsistiendo. No entienden que haya otra manera de hacer; todo es más de lo mismo; no se está dispuesto a aprender las lecciones vivas de extremos tan escandalosos como el máximo enriquecimiento de unos pocos, y por el contrario, el extremo y cada vez más mayoritario empobrecimiento de grandes masas.

Y nos tragamos ciclos económicos y sociales; y se nos habla de nuevas políticas; y de nuevos avances; pero ninguna luz nueva y brillante en el camino de lo necesario e imprescindible para una sociedad de los derechos de todos y de todas. Ni las crisis suceden por casualidad, ni tampoco por esta misma casualidad, como está sucediendo en España, pasamos de más de un millón de empobrecidos a más de tres millones de personas empobrecidas.

Y, por arriba, sus estrategias, mecanismos y organizaciones pregonan más de lo mismo; ridiculizan hasta extremos vergonzantes a quien se le ocurra, como ha sucedido con Grecia, plantear otros caminos o hacer otras propuestas, que probablemente tampoco den en el lugar que deben. Nunca he visto más hipocresía y menos autoreflexión; al contrario, en el momento actual la mayoría de la clase política, de los poderes fácticos o de muchos de los Medios de Comunicación, nunca he llegado a observar en ellos más desaliento y desesperanza, y menos de novedad.

Y a este carro se suben hasta muchos de nuestros representantes cercanos en Diputaciones o Ayuntamientos permitiendo propuestas y sobre todo partidas presupuestarias en salarios o asesorías que rayan en el más escandaloso y absurdo insulto a la ciudadanía de a pié, y, sobre todo, a quienes no tienen, y son masa, los derechos mínimos cubiertos como el trabajo, o la vivienda o el acceso a la educación y a la salud; y aún trabajando no llegan a cubrir estos derechos.

Pero también en este momento hay luces que se asoman con fuerza, en la cercanía y en la situación más global. Un año más pequeños grupos del estado español caminan juntos desde sus pequeñas realidades para conocer, debatir y reivindicar en la calle que juntos y juntas se pueden hacer muchas cosas. Son grupos que nos Coordinamos en Baladre; una Coordinadora Estatal en la Lucha contra la exclusión y la pobreza. El Municipalismo, la Economía Social, Los Derechos Sociales, la Vivienda y los desahucios, la diversidad cultural o la inmigración están siendo temas a debate y propuesta, una vez más, por tierras de Andalucía durante los días de esta semana. Seguro que en otros muchos grupos lo están haciendo también.

Y en una mirada más global quiero poner una vez más la referencia, y más que esto, que está suponiendo mucho de lo que dice, hace y escribe el actual Papa Francisco.

Nada más opuesto a este Sistema Capitalista actual, y todas las consecuencias que estamos viviendo con gran dolor y escándalo; la reflexión y propuestas compartidas en dos últimos acontecimientos; por una parte la publicación de la Encíclica "Laudato sí", y de otro lado, el discurso del nuevo encuentro con los representantes de los Movimientos Populares de todo el mundo celebrado en Bolivia hace pocos días.

Estas luces, merecen reflexión aparte. Están apuntando claro. Aquí sí hay novedad; como en tantos pequeños grupos. La luz, parece, que viene en otras direcciones.