Un baño de emociones

Tras los siempre incisivos periodistas, Vicente Del Bosque se rodeó de los suyos. De sus cachorros, de los niños y niñas que juegan al fútbol cada verano bajo su nombre. El baño no fue de masas, fue de emociones. Del Bosque se abrazó a sus pupilos, a los valores que han aprendido, a sus inocentes preguntas y a su cariño. Del Bosque habló de su vida, del fútbol, y cruzó miradas y sonrisas con aquellos que un día también harán del fútbol una forma de vida.

Alejandro López Redondo