La crisis griega y el efecto Podemos I

Los ciudadanos griegos y el resto de ciudadanos europeos afrontamos con preocupación las consecuencias del default de Grecia tras el impago al FMI y la ausencia de acuerdo con los demás socios comunitarios sobre el rescate de Grecia y la quita de parte de su enorme deuda pública.

Parece evidente que los ciudadanos griegos y su Gobierno necesitan poner en marcha las reformas necesarias con el fin de crear un mecanismo financiero estable que permita al Estado recaudar más impuestos, evitar la evasión de capitales y en definitiva forjar un país sostenible desde el punto de vista económico.

El endeudamiento de Grecia no se ha producido de la noche a la mañana ha sido el resultado como afirma el escritor griego Petros Markaris, suficientemente conocido en nuestros país por sus novelas policiacas, de un Estado Clientelar con un gran gasto público que ha generado abundantes casos de corrupción a lo largo de los últimos cuarenta años, con una importante economía sumergida, reducidos impuestos, una legión de funcionarios y jubilaciones y pensiones generosas.

Hace unos años, el líder del Pasok dijo en Bruselas que se habían falseado las estadísticas económicas sobre el déficit público y que la situación económica del sistema público era crítica.

Las autoridades comunitarias, el Banco Central Europeo y el FMI prestaron al Gobierno Griego una gran suma con el fin de estabilizar el sistema financiero y evitar la quiebra del Estado, un Estado que apenas produce, con altísimos niveles de importación de todo tipo de productos, un país que vive de una industria turística que no paga el IVA, con un sector naval que tampoco paga impuestos, etc, etc.

Los Gobiernos de los países de la Unión Europea junto con las instituciones de la Unión y el BCE exigieron a cambio una serie de reformas económicas con el fin de dotar al Estado de recursos económicos vía impuestos directos e indirectos y al mismo tiempo pidieron la desaparición de las jubilaciones anticipadas a los 52 años y una reducción sustancial de las pensiones. Además exigieron cambios importantes en los presupuestos del Estado con el fin de reducir notablemente el gran número de funcionarios en un país de poco más de diez millones de habitantes y reducir igualmente el presupuesto de Defensa que es el tercero más grande de la OTAN.

El Gobierno puso en marcha solo una serie de recortes drásticos en pensiones, sueldos y disminución del número de funcionarios ocasionando un gran conflicto social, sin que aumentasen los recursos estatales, se acabase con la evasión de capitales, ni se lograra la viabilidad de su economía. Las instituciones europeas volvieron a conceder nuevos préstamos que se fueron por el mismo agujero.

En total, entre los rescates de 2010 y 2012 los ciudadanos europeos hemos prestado a Grecia 250000 millones de euros, 26000 millones de euros españoles.

Ahora mismo Grecia debe más de 350000 millones de euros, algo imposible de pagar y precisa mas de 50000 millones para pagar a los funcionarios y pensionistas y evitar la quiebra inmediata de su Banca. El resultado ha sido la bajada de las Bolsas europeas, la subida de la prima de riesgo española, italiana o francesa y un peligro evidente para el euro como moneda común.