Un líder para el cambio

Los militantes del partido socialista decidieron que Pedro Sánchez fuera el Secretario General del partido socialista en un proceso de primarias, en el que conto con gran respaldo de la militancia, y candidato a la presidencia del Gobierno después de que ninguno de los candidatos que aspiraban a disputarle el puesto reuniera los avales necesarios para poder presentarse, siendo ratificado y proclamado por el Comité Federal del PSOE.

Pedro Sánchez ha tenido una carrera meteórica que se ha ido consolidando, a pesar de los obstáculos internos y externos, haciendo incuestionable su liderazgo en el partido socialista. Se ha ganado a pulso el respeto y reconocimiento de la sociedad pateando el país de arriba abajo, hablando con la gente, de sus problemas e inquietudes y sobre todo, cambiando viejas formas de hacer política, pues los ciudadanos estamos hartos y desencantados con la política tradicional y de las mismas caras, así como de los mismos discursos vacios y huecos de nuestros políticos. El candidato socialista, poco a poco ha ido colmando las expectativas de militantes y simpatizantes, tanto de los que le apoyaron como lo que no. Despierta una gran expectación mediática allá donde va, pues no es solo un chico guapo y atractivo producto del marketing, creo que sus palabras y discursos reflejan una fuerte convicción en los que dice y hace, además de tener un importante currículum. Economista, con experiencia profesional, tanto en la empresa privada como en la pública, conocimientos en materia internacional adquiridos por su trabajo en Naciones Unidas y el Parlamento Europea, además de hablar inglés y francés, terreno donde no sobresalen, desgraciadamente, nuestros políticos y que es fundamental en estos tiempos, sobre todo, para facilitar la negociación y los acuerdos.

Nuestro país está viviendo una gran crisis de valores y se necesitan reformas y políticos audaces y valientes que sean capaces de emprenderlas. Pedro Sánchez se está perfilando como una alternativa sólida a la nefasta gestión de un partido popular agotado y desgastado que no puede más con su pesada mochila de corrupción y que ha puesto sus servicios y el dinero de todos los españoles a disposición de las clases pudientes. Se necesitan reformas equilibradas y solidarias así como políticos audaces y valientes que sean capaces de emprenderlas, y en esa dirección parece que se mueve Pedro Sánchez y su equipo, elaborando propuestas que presentarán a las elecciones generales del próximo mes de noviembre. En éste equipo de asesores tengo que reconocer mi debilidad por Jordi Sevilla que va a coordinar los grupos de trabajos, al que siempre he admirado, no solo por sus conocimiento, sino por la normalidad en la ejercía la política.

Por lo tanto, si el partido socialista quiere gobernar deben de cerrar filas ante su candidato, esto no quiere decir que no haya debate y crítica, todo lo contrarío, es necesario pero que se sepan distinguir las críticas constructivas a las ambiciones personales, que aunque sean legítimas, no proceden en este momento.