Alegría y emoción se desborda por el regreso de Irak de los soldados del Mando de Ingenieros

El acuertalamiento General Arroquia recibió este jueves a los 70 miembros del Mando de Ingenieros que durante los últimos 6 meses han estado desplegados en la Base "Gran Capitán", en Besmayah, localidad de Irak.

Los soldados fueron recibidos por el General Jefe del Mando de Ingenieros, Manuel Godoy Malvar, junto a las familias ansiosas por abrazarlos después de tanto tiempo de servicio en aquel país. La alegría se desbordó cuando los miembros desplazados a la misión aparecieron con los autobuses. Los familiares, tras el recibimiento del General, se abrazaron después de tanto tiempo sin poder hacerlo y la emoción fue la nota que inundió la explanada del cuartel.

Los 70 miembros del Mando de Ingenieros, que el pasado enero se despedían de sus compañeros y familiares en Salamanca, para desplazarse hasta Irak, tenían cometido de habilitar las instalaciones ya existentes y mejorar las condiciones de seguridad del contingente español que se desplegó posteriormente.

La misión estaba enfocada a reforzar al ejército iraquí, para que puedan derrotar al grupo terrorista autodenominado Estado Islámico de Iraq y de Levante, cuya ideología extremista supone una amenaza, no sólo para ese país, sino para el conjunto de la comunidad internacional.

Los integrantes del Regimiento de Especialidades de Ingenieros nº11 se incorporaron a una Unidad de Ingenieros, con el fin de apoyar el despliegue de las fuerzas españolas. "No tengo dudas sobre vuestro grado de preparación y, desde mi punto de vista, varios son los factores que han contribuido a que en tan corto espacio de tiempo estéis listos para partir, gracias a vuestra veteranía y contrastada experiencia en operaciones anteriores", comentaba Villalba, entonces Jefe del Mando.

En este acto de despedida, el jefe del Regimiento de Especialidades de Ingenieros número 11, ubicado en Salamanca, motivaba a sus subordinados asegurando que "por medio del trabajo que vais a desarrollar estaréis contribuyendo al éxito de la misión española en Irak y, en última instancia, al mantenimiento de la seguridad internacional".

De igual manera les recordó que "vais a un país extranjero, que ha solicitado nuestra ayuda, y que tiene una cultura diferente a la vuestra", por lo que hacía hincapié en que "el respeto a sus creencias y a sus costumbres deberá presidir vuestra actuación en todo momento, sabedores de que con ello contribuiréis a mejorar la comprensión y confianza mutua, y a alcanzar los objetivos de la misión más rápidamente".

Y tras esos seis meses y como rezaba una bandera española "misión cumplida, Papá". Enhorabuena.

Fotos: Pablo de la Peña