Grecia de piedra y mármol

Lo anterior, no es ningún juego de palabras, sino diferenciar al noticiario de agencias, de intachable legitimidad, del que tiene corresponsalías en lugares en conflicto, es decir, vida propia. Por fortuna, la curiosidad me ha llevado al lugar de la noticia, y como las enciclopedias cada vez pesan más y tantas veces las dejamos para mañana, excepto la Wikipedia, creo que puedo añadir una mirada diferente sobre lo que se puede observar hoy en la ciudad de Atenas, aunque no se preocupen que no les voy a dar la tabarra con el programa turístico.

Hablar algo de Grecia que pueda enriquecer a la ya de por sí saturada información de los tantos por cientos, sería informar de la cantidad de trabajo que se podría generar si pintaran los pasos de cebra y dieran uso a esa herramienta llamada nivel que se utiliza en albañilería y la pasaran por todas las aceras y calzadas; también si ampliaran la plantilla de inspectores para que nadie viajara gratis en los autobuses y tranvías ?no sé por qué el Gobierno griego lo anuncia como una excepción para los días de "corralito" si así viajan siempre la mayoría de la griegos?, y otra fuente de empleo sería colocar de policías a todos los "pichastres" que se dedican al descuido; sí, hacerlos policías, no les extrañe, que como ejemplo no existen mejores informáticos que aquellos que en su anterior vida fueron "hackers"; además, podrían dar más licencias de taxis, ya que siendo Atenas una ciudad para caminarla, he llegado a contabilizar docenas de taxis en atascos y sin clientes; contaminan pero no pasa nada, al parecer hacen el día con un viaje al aeropuerto. [Quizá esta última propuesta no sea muy ortodoxa en el país de los ortodoxos, pero como no le encuentro explicación alguna, pienso que donde caben trece millares de taxis bien pueden hacerlo catorce].

Bueno, son muchas las cosas que se podrían arreglar en este bello país con dinero y con pensamientos constructivos, y no precisamente de manera literal, pues lo de Atenas no son ruinas que construir, sino historia. Pero los griegos, hoy, son pobres pero no tontos, y saben que el capital de los bancos, allí y en todas partes, son los pobres y no están dispuestos a pasar por el aro a cualquier precio. Tienen experiencia y saben que en el pasado llegó el inglés, con Lord Elgin a la cabeza, y se llevó los frisos del Partenón e infinidad de piezas que hoy son generadoras de turistas en el Museo Británico de Londres, y en la actualidad, como con Murphy, todo es susceptible de empeorar, ya que puede darse una Grecia contra todos y este todo, con los alemanes marcando el paso, es algo inconcebible después de la rapiña de la Segunda Gran Guerra.

Pero volviendo a los ingleses, fue precisamente un poeta inglés, Lord Byron, quien reconoció los robos de sus compatriotas con estos versos: "Ciegos son los ojos que no derraman una lágrima al ver, oh amada Grecia, tus objetos sagrados saqueados por profanas manos inglesas, que han vuelto a herir tu pecho doliente y han arrebatado tus dioses, dioses que odian el abominable clima norteño de Inglaterra". [Quizá éste sea en la actualidad el problema de los griegos ante la UE, que se han quedado sin dioses que les amparen].

No me marcho, sigo aquí y no me olvido de mi pertinaz perseverancia en ahondar en la búsqueda de eso que es diferente a lo que todo el mundo dice sobre Grecia. Ello me indujo a buscar en el álbum de fotos algo que elevara el nivel de mis pensamientos, y lo encontré en el museo arqueológico fijándome en dos hechos: por una parte, compruebo en las estatuas y relieves que, al igual que hoy [y hace mucha falta], dar la mano era un gesto de saludo, paz, amor y buen entendimiento que al menos tiene una antigüedad de 2.500 años y se pierde en los amaneceres de los tiempos, y otro hecho es el valor de la experiencia, esa búsqueda de aprobación en los ancianos, tan poco valorada en nuestros días.

Las imágenes hablan por sí solas.