Días previos a la inauguracion de las escuelas de la Calzada de San Pedro

En el año 1956 a 57, se inauguraban las escuelas de la Calzada de San Pedro en Ledesma. Los días previos se afanaban unas cuantas ledesminas al mando de Joaquín Escudero, un hombre muy trabajador y buenísima persona -éeste que os habla lo dice con conocimiento de causa, ya que era mi vecino-, y al cual le tocaba distribuir por las aulas a estas mujeres no menos trabajadoras que mi vecino Joaquin. Ellas ya estaban curtidas en mil batallas, acostumbradas a trabajos durísimos como bajar al río a lavar cargadas como mulas; también a algunas les tocó la siega y asfaltar carreteras que, por aquellos años, era cuando muchas eran de tierra y se estaba asfaltado gran parte. No enumeramos todos los trabajos que hacían estas ledesminas porque sería interminable.

Y volvemos a las escuelas, en las cuales había mucho tajo, ya que constaba de 8 aulas, 4 para niños y otras cuatro para niñas. Entonces no se mezclaban unos con otros. Y entre paño y paño, e hincar las rodillas en el suelo para fregarlo a base de puño, iban dejando estas mujeres todo reluciente para la inauguración. Y entre las mujeres se encontraban la señora Isabel, y que sería la que nos daría en el recreo un vaso de leche en polvo y una de las cocineras de comedor dedicado a los niños y niñas de esa escuela. Tambien estaba Emilia la verdeja, mi tía Esmeralda, mi madre, que es la que está sujetando a éste que os habla; el otro es el hijo de Desiderio el alguacil, y el de la derecha mi hermano Poldo. No hacíamos otra cosa que dar guerra y molestar a estas buenas mujeres de las que no he nombrado a todas, ya mi persona no se acuerda. Pero ahí están mis paisanos para sacarnos de dudas. Por lo cual quedo agradecido a todos.

Texto y fotos: Monette González