El reparto “equitativo” de la calle: las aceras de María Auxiliadora

Todavía siguen las obras electorales del Ayuntamiento, parece que premiadas en gran medida en las urnas, como las aceras de María Auxiliadora-Federico Anaya. Sin olvidar las de Torres Villarroel, la Avenida de Villamayor y el Paseo de San Antonio, todas cortadas por el mismo patrón.

Hago un inciso para reclamar, quiméricamente, la vuelta a su anterior nombre de ese tramo entre la Avenida de Portugal y Alfonso IX. Aunque a los partidos de derechas se les llama conservadores, no acabo de tener claro el motivo. Se referirán a conservar sus dineros, privilegios y trampas, pues el patrimonio y la memoria histórica no parecen. Obviando la destrucción de palacios, casas solariegas o conventos durante el franquismo, en los últimos años ha caído por ejemplo el Depósito de Aguas de Prosperidad y alguna otra cosa, también borraron de un plumazo (cuya justificación sigo buscando) la memoria urbanística de la antigua vía del tren que partía en dos la hoy María Auxiliadora, origen de los dos nombres en esta larga vía urbana. Pero mantienen la más que confusa Calle de los Ovalle y del Greco.

Volviendo a las aceras de María Auxiliadora, creo que resulta indudable que es una de las vías con mayor tráfico peatonal de la ciudad, mucho más que de coches aunque estos abulten más. Sin embargo siempre han "disfrutado" de ridículas aceras acompañados de contenedores sobre ellas que reducían más su anchura. A pesar de la literatura generada en su momento, el ancho de la calzada, por el contrario, es desmedido e innecesario, muy puntualmente hay problemas a lo largo del día.

Teniendo presente esos datos, y obviando la buena idea de la dirección única, lo razonable sería renovar esas más que envejecidas aceras aprovechando para ensancharlas, como el primer tramo de María Auxiliadora (el tradicional con este nombre). Claro que quienes hicieron aquello no eran conservadores, incluso más de 20 años después les corrigen quitando el más que necesario paso de peatones junto a la Calle de Las Eras. Pues eso, gastan 416.000 euros (junto a las de Torres Villarroel) para dejarlo todo como estaba pero más aparente. No sé por qué de repente me acuerdo de eso del Perro del Hortelano de Lope de Vega (no come ni deja comer) que decía el partido del "cambio" Ciudadanos a principios de la semana.

Por si alguien todavía duda de quién manda en la movilidad salmantina, María Auxiliadora-Federico Anaya lo manifiesta claramente, el 23% que viaja en coche puede disfrutar de cerca del 80% de la calle frente al 60% que se tiene que conformar con las ridículas aceras "nuevas". Supongo que también pondrán bancos, para estrechar más. Y lo mismo sucederá en las otras calles mencionadas al principio. Aunque en gran parte de Torres Villarroel, hay que ser justos, la infraestructura actual es suficiente.

Y ya que estamos con esta vía urbana que se extiende desde la Avenida de Mirat-Plaza de España hasta el Polígono Industrial de Los Villares, el jueves, en torno a las 20 horas, fui testigo de algo que ya me habían contado. Tras pasar la Glorieta de Castilla y León, cuando se denomina Avenida de Gonzalo Torrente Ballester, a la derecha en sentido norte hay un carril bici de doble dirección. Debido a su deficiente diseño permite que algunos avispados la utilicen para adelantar a otros coches, o circulen excavadoras para no "entorpecer" al resto del tráfico, como fui testigo, a pesar de la gruesa línea continua que lo impide y la señalización horizontal existente.Pude ver cómo se obligó a los ciclistas a huir del carril si querían conservar su integridad física. Y tengo entendido que no es la primera vez. Supongo que la eficacia municipal en pro de la seguridad vial, terminará eliminado el carril bici en vez de mejorar su separación del resto de la calzada, como hacen con los pasos de peatones.