Respeto a las Instituciones

Don Gabriel de la Mora, el recién investido Diputado Provincial, es acusado de no respetar las Instituciones por ir sin corbata y por dar un discurso vehemente plagado de verdades.

En este país, si llevas corbata, el pelo recién cortado y sonríes, puedes decir todas las mentiras que quieras y cometer todas las ilegalidades que tus compañeros de partido te permitan. Eso será respetar las Instituciones, pero desde luego, no es respetar a la gente, ni siquiera a la que te ha votado.

No respetas a la gente si, en vez de luchar contra la corrupción, como prometieron Ciudadanos en campaña electoral, permites que el Presidente de la Diputación sea un imputado (recordemos todas las imágenes en la prensa nacional de las destructoras de papel a toda máquina cuando la "posible" corrupción de esa "respetable Institución" salió a la luz).

No respetas a la gente, si un discurso tan bien elaborado y tan acorde con los tiempos, como el de la Diputada del PSOE, no resulta creíble, por la actitud tan pasiva y tan pusilánime de ese partido en los últimos veinte o treinta años.

No respetas a la gente, por mucha corbata y por muchas palabras bonitas que uses, si en tu discurso, Sr. Javier Iglesias, no hablas de la corrupción (claro, no era lo más apropiado en tu caso).

Si algo ha sacado a la luz esta crisis, es la profunda laxitud en los valores. Concretamente, en el valor del "respeto", esta sociedad se fija únicamente en la forma, en lo superfluo (llevar corbata, hablar de "usted", ser puntual?), pero no nos fijamos en el fondo: no respetamos al que tenemos al lado; no nos ponemos en su lugar, en general, en casi ninguna cuestión, cuánto más en los desconocidos votantes.

Esa es la diferencia básica entre Ganemos Salamanca y el resto de formaciones políticas. Uno de los pilares de Ganemos es precisamente el respeto. El respeto que mostramos en todas y cada una de nuestras reuniones y asambleas, donde a veces, las formas se pierden en el fragor de la defensa de nuestras convicciones, pero que queda patente en cada decisión que se toma, en cada metodología usada para esa toma de decisiones,? El respeto que jamás se ha exigido, que ni siquiera se ha nombrado, porque es condición "sine qua non": en el momento en el que falte el respeto al otro, al ciudadano, Ganemos Salamanca dejará de existir, por su propia naturaleza.

Por eso, el RESPETO que muestra el Diputado Gabriel de la Mora cuando asevera que se "dejará la piel" en conseguir que esta institución sea transparente, que cualquier ciudadano de la provincia de Salamanca, tendrá acceso a cualquier información que necesite sobre ella, sea cual sea la naturaleza de esa necesidad; el respeto que muestra al hablar claro, sin pelos en la lengua,... es un respeto que va más allá de las formas, del "qué dirán" tan presente todavía en una sociedad provinciana como es la salmantina, porque además, su aspecto no es reivindicativo, no trata de ir en contra de nada, simplemente va acorde con su edad.

¿Hubiéramos preferido un diputado pulcramente vestido y peinado que hubiera hecho un discurso tranquilo y lleno de mentiras? Pues sí, una gran parte de la ciudadanía salmantina lo hubiera preferido, pero ¿es ése el respeto que queremos? Ese es el único respeto que hemos tenido hasta ahora. Y así nos ha ido.