"Ciudadanos" ante su espejo

La constitución del Ayuntamiento de Salamanca, con la elección de Alfonso Fernández Mañueco como alcalde gracias a la abstención del grupo municipal de "Ciudadanos" ha sido el primer paso para aclarar la verdadera posición de cada uno de los grupos políticos.

Los responsables de Ciudadanos han insistido hasta la saciedad en la inexistencia de un pacto de gobierno y en limitar su actuación a un simple acuerdo de investidura para permitir con su abstención el gobierno de la lista más votada. Presumen de haber conseguido a cambio un compromiso ético de cambio radical en los comportamientos políticos, y muy especialmente en la erradicación de cualquier atisbo de corrupción o prácticas irregulares en la gestión pública, y en garantizar la pluralidad y la participación. Al mismo tiempo niegan haber negociado cualquier prebenda o privilegio personal.

La primera reacción de las salmantinas y los salmantinos no parece haber sido favorable a la decisión tomada, y se suceden los críticas por los que se sienten engañados al haber visto defraudadas las expectativas de cambios reales; la opinión mayoritaria es que en el fondo nada ha cambiado.

Ha llegado el momento de que se vayan cayendo los velos de las promesas y conozcamos la verdadera condición de cada cual. El día 30 se va a celebrar el primer pleno de verdad de la nueva corporación y se tomarán decisiones que pueden dejar marcada la marcha de todo el mandato municipal; si es cierto que Ciudadanos no ha buscado un beneficio propio tendrá que demostrarlo en este pleno, en el que se van a debatir entre otras cosas los medios económicos de los grupos políticos, las retribuciones a percibir por los concejales, o las propuestas para fomentar la participación y la transparencia.

Lo poco que se va conociendo sobre la posición de cada grupo político no parece dejar en muy buen lugar a Ciudadanos, empezando por el propio secretismo que está demostrando (no se han pronunciado aún sobre ninguna propuesta concreta), totalmente contrario a la cacareada transparencia. Parece ser que han acordado con el equipo de gobierno que tendrán una posición privilegiada sobre los otros grupos de oposición; que su portavoz tendrá una dedicación exclusiva por la que percibirá un salario de 46.000 euros anuales (tendrá que explicar para qué necesita la dedicación exclusiva si no se integra en el equipo de gobierno y asume una parte de la gestión municipal), y que otros dos concejales tendrán dedicaciones parciales también con sustanciosas retribuciones; que ostentarán la presidencia de la mesa de contratación y de otra comisión informativa; que tendrán más medios materiales que otros grupos, y que no tomarán decisiones que no cuenten con el beneplácito del grupo popular (ni siquiera han sido capaces de hacerlo en algo tan sencillo como cambiar las horas de los plenos). Si todo ello es verdad habrá durado muy poco la supuesta regeneración, y habrá que concluir que se han limitado a negociar beneficios personales a cambio de permitir el gobierno de un partido que mantiene tres imputados en la Diputación Provincial y un portavoz implicado en un asunto no explicado de posible financiación ilegal, y que en definitiva tenían razón quienes acusaban a "Ciudadanos" de ser una mera muleta del Partido Popular, la misma derecha disfrazada de falsa modernidad.

El Pleno del día 30 puede ser una fecha clave para ellos, tendrán que mirarse desnudos en el espejo de la ciudadanía y asumir una responsabilidad que ya no será de otros. Serán muchos los que esperan a sacar sus propias conclusiones.