Mujeres

Dicen que los mayores enemigos de las mujeres son las propias mujeres, y últimamente estamos asistiendo a declaraciones de muchas de ellas, que ostenta mayor o menor parcela de poder y que ante un micrófono demuestran lo incapacitadas que están para el cargo que ocupan.

Comenzamos con las últimas declaraciones de la flamante Presidenta del Círculo de Empresarios, manifestando que no contrataría a mujeres en edad fértil, que únicamente se debería contratar a las menores de 25 años y mayores de 45, y añadiendo que si una mujer quiere aspirar a puestos de dirección se tiene que casar con un funcionario -???- o con un hombre al que le gusten mucho los niños. Desconozco la vida privada de esta señora, pero imagino lo triste que ha de ser.

Y le haría una pregunta ¿Se ha parado a pensar en el daño que estas declaraciones hacen a aquellas mujeres que cada día se enfrentan a la búsqueda de un puesto de trabajo? Las mujeres agradeceríamos que a no le permitieran acercarse a un micrófono.

Seguimos con la alcaldesa de Zamora, que ante la retirada del proyecto de Ley del aborto hizo estas declaraciones: "todo óvulo que no concibe es un aborto", "toda menstruación es un aborto incipiente". Es decir, todas las mujeres en edad fértil comenten delito cada mes. Esta señora ¿piensa lo que dice o dice lo que piensa?

Continuamos con la alcaldesa de Madrid, a la que también habría que quitarle los micrófonos, pues cada vez que se acerca a ellos los llena de sonrojo, demostrando su incapacidad para el puesto que ocupa

Seguiríamos con una ministra y una princesa que no se enteran de lo que pasa en sus casas, ni a qué se dedicaban sus maridos; presidentas que no acatan el código de circulación y encima se hacen las mártires?

Estas mujeres, ¿son conscientes del daño que hacen con sus actos y actitudes?

Son muchas las mujeres brillantes en todas y cada una de las actividades económicas, políticas, académicas, que han accedido a ellas por sus propios méritos y que saben compatibilizar perfectamente su vida personal y laboral. Son la mayoría. Huyamos de aquellas que utilizan los micrófonos en contra de las mujeres.