Hacer ciudad entre todos, la accesibilidad cognitiva

Colaborar en una campaña electoral, sobre todo si se hace para escuchar a las personas, que tienen mucho que decir, permite descubrir cosas. Desde hace años me ha interesado muy especialmente la accesibilidad universal, garantizar el acceso a cualquier sitio a cualquier persona, independientemente de su estado físico. Claro que también que todo tipo de servicios y actividades esté a su alcance. De repente pienso que, ahora que está tan de moda, la transparencia en la actividad pública no deja de ser una forma de accesibilidad universal.

Lo que me ha llamado la atención en esta campaña ha sido la accesibilidad cognitiva, en concreto poner nombre a algo que ya me preocupaba antes. Y que Ganemos Salamanca recoge en su documento de compromisos con la ciudadanía, el Programa Electoral, en la página 73. Cuando se actúa en el espacio buscando esa accesibilidad, se suelen realizar intervenciones físicas, es decir, se rebajan aceras en los cruces, se ponen rampas para llegar a edificios, y cosas por el estilo. Claro que también se olvidan otras, como paradas de autobús verdaderamente adaptadas o imaginación en edificios muy visitados (como monumentales) para resolver sus, a veces, imposibles diseños para entrar en ellos. Y si hablamos de servicios, internet se ha convertido en una más que interesante herramienta, aunque no puede llegar a todo.

Pero, ¿qué hay de comprender los espacios, cómo están organizados, donde están las cosas y cómo se llega a ellas? Esto ya es otro tema, todavía en mantillas. Cada vez que entro en el nuevo edificio de la Junta en el barrio de Prosperidad todo eso se me viene a la mente. Sinceramente creo que no permite una fácil comprensión del mismo a todo el mundo, la gente se "pierde" con facilidad en él. Con ello quiero decir que existe un grupo de personas en nuestra sociedad con ciertos problemas de discapacidad que les impide comprender y entender los espacios, los itinerarios para desplazarse por ellos, para encontrar lugares, pero en realidad nos alcanza a todos. Pensemos en las veces que nos cuesta entender la organización de un espacio, que nos obliga a dar rodeos o tardamos en encontrar las salidas, como algunos centros comerciales, o edificios oficiales, pero también calles y espacios públicos de una ciudad.

Hace mucho tiempo que insisto en que tenemos que cambiar la forma de intervenir y pensar nuestros espacios públicos, sea la calle, y todo lo relacionado con ella como el transporte público o medios de transporte sostenibles, o sea el interior de edificios, pero desde el momento de abandonar el domicilio. Hay que hacerlos comprensibles y fáciles para todos, los itinerarios para circular por esas calles, los sistemas de señalización pensando en la mayoría y no sólo en los coches, y la organización de edificios públicos, donde prime la utilidad sobre disquisiciones de diseño "artístico". Y esto se consigue desde la participación de quienes viven la ciudad, toda la ciudadanía. Manuales y colectivos, generalmente relacionados con la discapacidad, ya existen. Sólo hay que conseguir que puedan participar de verdad. Por poner un ejemplo, ¿alguien ha encontrado algún rastro de esto en el Plan General de Ordenación Urbana vigente?, yo no.