Traidores. Gobernaréis con ese estigma

Entristece comprobar cómo quienes, a lo largo de un proceso electoral, hemos hecho bloque para objetivar los problemas básicos y comunes reconocidos por todos, aparcando las ideas, los planteamientos políticos, las diferencias programáticas y la visión de la vida, para que hubiese un diagnóstico de la sociedad salamantina, al minuto siguiente, incluso con la sospecha de ser antes de las elecciones, ya se hubieren producido traiciones. Todos éramos conscientes de que la forma de gobernar, hasta este momento, por el Partido Popular era algo contra lo que había que luchar y que debía de producirse un giro copernicano, no necesariamente en personas, pero sí en formas, modos y actitudes y, para eso, independientemente de las propuestas, había que regenerar políticamente el Ayuntamiento, había que dialogar, que aplicar la máxima transparencia.

Ideológicamente, el más cercano al PP era VOX, pero tenía muy claro que si era la bisagra o la llave del gobierno, los pactos serían con luz y taquígrafos, conocidos por todos y con exigencias de regeneración, diálogo y claridad, demostrando que hay otra forma de hacer política, que piensa más en el ciudadano que en el interés propio del político que busca la austeridad política y no el latrocinio al ciudadano. De este modo, VOX llegó incluso a afirmar, no duden que lo haría, que si por el bien de Salamanca había que apoyar a la izquierda no dejaría de hacerlo, siempre que asumieran el programa regenerador. Vox es pequeño, desconocido y vilipendiado, pero son coherentes, no engañan, lo que dicen lo hacen.

De Ciudadanos no se sabía si subían, bajaban, si eran diestras o siniestras. Cierto es que, cada vez que hubo un debate y se les tildaba de izquierda ellos sonreían y callaban (el que calla otorga) y fueron ellos los que, con voz engolada, mal encarada y dando imagen de creérselo, dijeron que harían un Ayuntamiento de Cristal. Permítaseme: Jajaja. Al minuto uno de haber pillado cacho, mostraron su auténtica cara, se volvieron a poner de costado, a negociar a espaldas y escondidas del ciudadano, a tener que llamar a Barcelona para que, desde allí, dirigiesen Salamanca, eso si, en oscuro, en oculto, para que el día que tenían que actuar coincidiesen al 100% con lo que ya indicó que harían Sanchez de Vega el día de las elecciones (¿brujo o ya sabía algo?). Algo empieza a oler a podrido en Ciudadanos, que parece que engañaron al electorado, criticando lo que luego harían ellos.

El problema no es que gobierne el PP, que ya nos traicionó Mariano, el problema es que lo hará de la mano de Ciudadanos que comienza, también, traicionando los principios de coherencia, transparencia, regeneración y cambio que ha clamado la ciudadanía charra el 24 de mayo.