Crear conciencia contra la corrupción

La corrupción es una lacra que se ha instalado y extendido por todo el país. Si bien es provocado, principalmente, por el poder político y económico, también estructuras sociales de diferentes ámbitos se han visto salpicadas y fuertemente dañadas. No hay día que no nos despertemos indignados y escandalizados con un nuevo caso de corrupción. Nos enfadamos, lo comentamos con los amigos y en el trabajo, pero al final nos invade el pesimismo y lo aceptamos con resignación.

Terminar con la corrupción no es fácil y de nada sirve si los ciudadanos no tenemos conciencia de ello. Entiendo que la responsabilidad es de todos, de unos más que de otros y debemos intentar acabar con ella. Los gobiernos deberán abordar reformas políticas serias y contundentes contra la corrupción aportando medios para prevenirla, y activando mecanismos que impidan que los procesos judiciales se dilaten más allá de lo razonable. En España hay más de 1.700 causas abiertas en diferentes órganos judiciales y más de 500 imputados en estos procedimientos pero, sólo una veintena están cumpliendo condena en algunas de las prisiones de nuestro país, y otros han salido rápidamente de ellas. Esto invita a que los corruptos, especuladores, despilfarradores públicos y delincuentes sigan delinquiendo. Pero también es responsabilidad del conjunto de la sociedad ser intolerantes con ella, creando conciencia y educando en valores ciudadanos para ser personas íntegras y justas. Deberíamos educar e inculcar valores como norma de conducta y asignatura obligatoria desde la infancia, tanto para padres como educadores. No podemos aceptar que "el fin justifica los medios" ni ser cómplices con nuestro silencio de la corrupción.

Los partidos políticos tienen mucha responsabilidad a la hora de poner freno y combatir la corrupción. El primero en reaccionar ha sido el partido socialista reconociendo errores e intentando recuperar la confianza con hechos y no con palabras, con actuaciones contundentes expulsando a militantes y cargos socialistas imputados en casos de corrupción y aprobando un estricto código ético entre sus afiliados. Bienvenidas, también, las 33 medidas de regeneración y limpieza democrática que han presentado, entre las que se encuentran, la creación de una Oficina Anticorrupción para revisar las actuaciones del Estado y Ayuntamientos, dar a la Audiencia Nacional la responsabilidad para que instruya todos los casos de corrupción y reducir las donaciones privadas a los partidos políticos, entre otras medidas también muy importantes. Estas actuaciones responden a la demanda y clamor ciudadano para que los partidos políticos sean más transparentes y contundentes respecto a la corrupción porque necesitamos políticos honrados, honestos y competentes que sirvan a la sociedad.

Pero a pesar de esta percepción tan extendida de que todos los políticos son iguales y que todo lo que se mueve es corrupción, sigo pensando que muchos políticos, empresarios, sindicalistas de nuestro país trabajan con responsabilidad, honestidad y transparencia y que no estaría mal, que de vez en cuando, los medios de comunicación dieran visibilidad a estas personas.