Más Europa y Menos FMI

Leo con estupor que el Fondo Monetario Internacional, tradicional cancerbero del capitalismo más despiadado, véase los destrozos sociales ocasionados en los años 70, 80 y 90 por las políticas impuestas por el FMI en América Latina, exige al Gobierno español la subida del IVA, la reducción salarial, la creación de un único contrato laboral para trabajadores fijos y temporales con reducción de indemnizaciones por despido y lo más repugnante reducir la capacidad de intervención judicial en asuntos laborales y " no hacer cambios en las reformas emprendidas por el Gobierno del PP porque eso crearía inestabilidad económica".

Es suficientemente conocido que el origen internacional de la crisis económica fueron los problemas financieros de la banca ocasionados por la desregulación financiera, la falta de controles sobre los flujos de capital y la ausencia de medidas de intervención por parte de los Gobiernos y los Bancos Centrales, todo lo cual, ocasionó agujeros masivos en los Bancos que se transmitieron al resto de la economía productiva.

El resultado de ese desmadre financiero, fruto de la avaricia de unos pocos y de unas políticas neoliberales que apartaron a los Estados del control financiero fue el rescate del sistema financiero por los Gobiernos, desde Estados Unidos a Irlanda, pasando por Gran Bretaña, Grecia, Francia, Portugal o España.

Al coste enorme de este rescate pagado por todos los ciudadanos, se unió la contracción del crédito y la exigencia en reducir drásticamente las deudas públicas y privadas con unos costes sociales terribles.

Entre los costes sociales más importantes destacan las reducciones salariales en las empresas, el incremento del paro y la reducción de los presupuestos públicos para sanidad, educación o pensiones.

En definitiva, por causa del neoliberalismo rampante, los ciudadanos hemos sufrido una colosal devaluación interna, cuyo resultado más evidente ha sido el incremento de las desigualdades sociales, la profunda crisis del "estado de bienestar" y el incremento notable de la pobreza.

Es hora ya de exigir Más Europa y Menos FMI, reformando las estructuras socioeconómicas de la Unión Europea sobre la base de sus principios fundacionales, más democracia, más justicia y más solidaridad entre sus miembros.

Europa lleva demasiados años paralizada, mientras los intereses alemanes, norteamericanos y de los neoliberales del FMI campan a sus anchas, defendiendo políticas que han fracasado.

¿Cómo se puede reducir la deuda pública y la privada si se reducen los salarios?, ¿Cómo pueden consumir y ahorrar las familias si se aumentan los impuestos indirectos como el IVA?, ¿Cómo se puede reducir el déficit público si no aumenta el empleo y los salarios para que el Estado disponga de más ingresos?.

Los ciudadanos europeos tenemos que exigir a Partidos políticos y Gobiernos un cambio radical de política económica europea sobre la base de la solidaridad entre Estados, reformas urgentes del sistema monetario que permitan al Banco Central europeo prestar dinero a los Estados y prolongar los plazos de devolución de las deudas, y, por supuesto, cambiando las políticas sociales que están destruyendo nuestro "estado del bienestar".