Entre pitos y flautas

D. Vicente del Bosque, a quien admiro y reconozco sus múltiples virtudes y valores, parece moverse últimamente en la misma ambigüedad por la que se mueven y expresan algunos jugadores catalanes o residentes en Cataluña, en todo lo que se refiere a España, su bandera, su himno y hasta su Jefe de Estado, que casualmente en este país llamado España, es Rey.

El Sakiro ?digo Piqué- se está permitiendo, de manera repetitiva, comentarios y gracietas que no obedecen solamente a un momento de euforia o tener una copita de más, de las que se beben, amén de las otras. No. Si este sujeto es patrimonio no sé de qué, exíjasele compostura, D. Vicente. Los pitos y silbidos en la final de la Copa del "Rey de los españolitos" por más esperados que fueran, por más libertad de expresión que dicen que son, Vd y otros muchos no se rasgaron las vestiduras, como lo han hecho con los pitos dirigidos en León a este reincidente despreciador de todo lo que signifique o simbolice a España. No creo que se trate de un jugador imprescindible como para mantenerlo en la defensa de unos colores que sobradamente ha demostrado que se la traen al pairo. Vamos, que le resbalan. Los asistentes al partido de León tienen los mismos derechos a expresarse con libertad, tal y como Vd y otros lo han admitido en la final de la Copa. Acostúmbrese a que se repita la pitada, porque todo tiene un límite y este muchacho los ha sobrepasado todos. Recobre Vd su cordura y exija a todos los que se enfundan la Camiseta de España, que la sientan y la respeten, sin ambigüedades.

Y entre estos pitos y otras flautas, van surgiendo, en los albores de la "nueva España", desagradables noticias que reflejan lo que nos espera y nos pueden deparar algunos de los nuevos "servidores" del pueblo y el talante que les anima. Muy gracioso el tal Zapata. Pero como siempre, es que las cosas se sacan de contexto, claro. Si esa es la cultura que esperaba desarrollar en Madrid, apaga y vámonos. Ni en el peor y más negro de los humores tienen cabida semejantes barbaridades. Esperemos que su cese fulminante sea efectivo ya, por dignidad y justicia con todos los ofendidos, que somos o deberíamos sentirnos todos.

¿Qué en el PSOE salmantino no quieren a Cabero? Mejor para él. Ha sido el mejor candidato que han podido y podrían tener siempre. Otra cosa es la compañía. El fracaso no es de él, que atesora los mejores valores que se pueden esperar de un político. Que busquen las razones y limpien por otro lado. Sin él hubiera sido peor.