Desde el cariño

En cuanto hay una noticia donde aparece la palabra ecología, ecologista, o similar, rápidamente surgen los grupos de críticos para insultar a quienes defendemos el medioambiente. Un insulto no retrata a quien lo recibe, siempre se ha sabido, sino a quien lo emite; por eso, me voy a permitir ampliarles el vocabulario de insultos a utilizar. Habrá que poner algunas noticias recientes de ejemplo, para que estas gentes puedan saber dónde aplicar lo que puedan aprender de esta columna.

Quiero empezar con la sentencia del Tribunal Superior de Castilla y León, que anula la resolución de la Conferencia Hidrográfica del Duero, CHD, autorizando las obras del Parque de Maquinaria de Limpieza Urbana, en una zona inundable, ubicada en Tejares. Para sacar adelante el proyecto, el comisario de Aguas de la CHD "había ocultado un informe de gestión medioambiental porque no interesaba políticamente", que fue encontrado en una papelera. Una resolución anterior, en 2008, obligó al Ayuntamiento a paralizar las obras, aunque no se tiró el edificio, cosa que sí se hizo con la Pesquera, que fue paralizada judicialmente también [http://bit.ly/1C4J0cF]. En este caso, algún iletrado nos acusa de "mamarrachos", aunque bien podía haber usado: adoquines, ajenos, alcornoques, alelados, alocados, analfabetos, arriesgados, arrojados, atroces, bárbaros, bobos, cabezotas, cafres, cantamañanas, cenutrios, cerriles, cortos? crueles, no, que es lo contrario de lo que defendemos.

Unos críticos que nunca tienen en cuenta la opinión de la gente que realmente conoce el tema tratado, sea lo que sea, como con la controvertida técnica del fracking, por mucho que la Agencia norteamericana del Medio Ambiente, que reconoce la existencia de peligro de contaminación para el agua de consumo humana, recontando sus informes los casos de derrames que han ocurrido y que han llevado a la contaminación de reservas subterráneas y un aumento de ciertos niveles tóxicos en aguas superficiales [http://1.usa.gov/1BMpkdA]. Aquí, en la zona sur, mientras tanto, la empresa concesionaria de la mina de uranio pretende evacuar las aguas residuales de la explotación al río Yeltes y el arroyo Caganchas [http://bit.ly/1KOdRBu], por lo que sugiero que, a los que nos hemos opuesto a este tipo de desarrollo, nos puedan tildar de necios, nulos, obcecados, obstinados, ordinarios, pasmados, patanes, profanos, rudos, rústicos, sanguinarios, simplones, tarugos, temerarios, tenaces, tercos, tontos, torpes, toscos, zafios, zopencos, zoquetes o, incluso, zotes? por no dejarnos llevar por beneficios personales.

Olvidado, prácticamente, se encontraba el caso de la ilegal licencia de obras concedida al Corte Inglés, hasta que este último ha anunciado que va a recurrir la anulación de dicha licencia para evitar su "alegalidad". Los terrenos donde se levanta este centro comercial, eran públicos, siendo enajenados, para beneficio de unos pocos, obviando el Ayuntamiento la defensa del bienestar público [http://bit.ly/1L5NG7d]. En este último caso, y para mayor escarnio y oprobio, podemos ser tildados, además de como "animales" que somos, de: acémilas, asnos, bestias, bestiales, borricos, brutos, brutales, burros, feroces, fieros, gansos, garañones, jumentos, mulos, patanes, pollinos, rucios, salvajes? añadan los adjetivos que les parezcan, seguiremos defendiendo lo de todos.