No tengo nada que decir

Emulando a Fito, -ya sé que ni de lejos- que hace un gran tema con poco más que esa frase, me propongo cumplir el expediente de mi crónica dominical contándoles a ustedes que hoy no voy a contarles nada. Perdonen el plagio y la escasez.

De lo que querría escribir no puedo, porque cuando estas líneas escribo se desconoce quién será el nuevo alcalde de Salamanca, aunque parece que ya está bastante avanzado el pacto natural entre Ciudadanos y el PP, que atribuirá el honor a quien ha venido ostentándolo la pasada legislatura.

Bien, cuando lo sepamos opinaremos. Pero, entretanto, ¿sobre qué escribir este 14 de Junio?. No será porque la actualidad no ofrezca varios y jugosos asuntos sobre los que decir varias cosas. ¿Pero cual elegir?.

El lector avisado ya habrá advertido que dos párrafos más arriba he utilizado la expresión "bastante avanzado" para esquivar la más natural y frecuente que con una sola palabra describe el fruto que está en sazón, porque no me da la gana mentar siquiera el apellido de ese estrambótico dictador que pisotea los derechos humanos en Venezuela.

Así que tampoco hablaré del viaje de Felipe. Ni siquiera para señalar que, como todo el mundo ha visto, fintar las provocaciones con la serena dignidad de quien se sabe a salvo del escupitajo, resulta para la propia imagen más rentable que la histriónica invectiva gritada desde los altavoces institucionales. Y por eso la visita de Felipe ha resultado más provechosa para la causa de sus defendidos que si le hubieran dejado trabajar tranquilamente. Pero el miedo a la libertad ?Enrich Fröm- incapacita al tirano mucho más que el ejercicio mismo de ella y así, una vez más se comprueba que la torpeza del matón descerebrado se torna su peor enemigo. Pero tampoco hablaré de ello hoy.

El Tratado Internacional de Libre Comercio (más conocido por sus siglas en sajón: TTIP) que las multinacionales norteamericanas de Norteamérica del Norte nos quieren imponer a todos (a los europeos fundamentalmente) es tan extenso y pavoroso, y se está gestando tan en secreto, que merecerá mayor dedicación próximamente. Y por eso no lo trataré hoy aquí.

El apoyo ambivalente de Ciudadanos a según quién en cada caso, reclama también más conocimiento y exige trato monográfico; lo mismo que el aparente despeñamiento demográfico de Podemos.

Para el obituario de Zerolo, luchador por la Libertad que ayudó a hacer mejor este mundo, llego tarde.

Los permisos carcelarios de políticos, tonadilleras y toreros, tan veraniegos y tan de moda, son materia de tal enjundia que escapan al conocimiento de este humilde columnista, y tampoco serán comentados hoy aquí.

Así que, por todo ello y ?para ser honrado con ustedes- porque me marcho de viaje ahora mismo y tengo que cerrar y enviar mi columna prematuramente, este domingo no puedo ofrecerles más.

Lo siento de veras.