Puenting al capital riesgo

Una nueva empresa de capital riesgo llega a España. La última, pero, como reza el dicho, no menos importante. El grupo sueco Wallenberg trae a España la firma EQT y eso significa venir para quedarse. Su llegada no es casual, entra dentro de esa intensa labor de trabajo de un gran ministro, ajeno al ruido político y con una agenda muy clara de necesidades para España. Luis de Guindos ha sido y está siendo el gran artífice de crear desarrollo económico y empresarial a costa de vender nuestro país en el extranjero como digno depositario de dinero e inversiones extranjeras. Para unos ha sido vender troceadas empresas españolas en riesgo, vender a los españoles como mano de obra barata, ponernos a merced de los capitales globales? pero esas críticas vienen de esos pusilánimes y cobardes españoles con cuentas en el extranjero, con fardos en cajas enterradas en jardines o debajo del colchón? De aquellos que no tienen ni han tenido el valor de poner su capital, español, en manos de sus propios compatriotas para invertir en proyectos viables y en jóvenes emprendedores altamente formados y capacitados. Esos pusilánimes incluso han tomado pieles de cordero desde instituciones o de lobo como lobbies políticos.

Esta nueva empresa, EQT, anuncia inversiones en transportes, infraestructuras, energía y telecomunicaciones. Vaya, en todo eso podemos trabajar, tenemos pilares en Salamanca para hacerlo y solo necesitamos un empujoncito para hacer puenting? ¿saltamos? Pensemos en un puenting hacia el Capital Riesgo en Salamanca. Deseemos, no soñemos, un salto exponencial de Salamanca tal y como la conocemos. Tenemos un centro logístico, CETRAMESA y una plataforma logística, ZALDESA que necesita profesionalización y no politización para crecer. Esta empresa EQT viene justo en el momento en el que los trasportes y las infraestructuras ferroviarias se liberalizan y cuando la Unión Europea ha consignado cientos de millones de euros para el desarrollo de estas infraestructuras cuando se dediquen al desarrollo empresarial. Nunca mejor dicho, no podemos perder el tren, pero alejemos a los políticos de los avances y centremos el objetivo en empresas y emprendedores. Que el dinero que pudiera dedicarse a sobornos y decisiones medidas y direccionadas vayan a promocionar la inversión y el desarrollo empresarial de proyectos jóvenes en Salamanca. Es el momento de subirse al tren, de no perder esta ocasión. Tras los recientes resultados electorales, lo que cambian no solo son los colores políticos, si no la ambición por competir en posicionar a las ciudades y sus ciudadanos en el futuro del crecimiento.

En Salamanca ya se han perdido 4 años bajo una dirección inexistente. No parece que los anuncios de cambio vayan en esta dirección y preocupa mucho. De primeras, quien crea en Salamanca y los salmantinos, quien quiera irse ganando el sueldo de concejal, que vaya haciéndose una lista de las empresas de capital riesgo, de teléfonos de con quienes contactar e ir elaborando una agenda, para que antes de fin de año se programe un trabajo para los 4 años. Cuando este trabajo se hace bien y silenciosamente, de repente, sale un Vicente Fox que invierte capital y crea empleo en Salamanca de alta calidad y cualificación. Porque, para hacerse una foto, antes, hay que trabajar mucho.