(EDITORIAL) Humildad y diálogo

Las dos palabras que vertebraron este día el discurso del reelegido alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, en la constitución del Ayuntamiento, han de ser guía en el proceder de todos los partidos políticos y de todas las corporaciones municipales. Para empezar en el PP, que ha perdido en Salamanca y en tantos lugares la mayoría absoluta. Sólo desde una cura de humildad, de reconocimiento de errores y del contrario, desde el diálogo y el consenso, se gobernarán con eficacia las instituciones más cercanas.

No hay costumbre en Salamanca de tomar decisiones consultando a varias bandas. Habrá de ser, en este sentido, la legislatura de la Política con mayúsculas, la hora de los acuerdos y la responsabilidad por parte de todos, de los que gobiernan y de los que ejercen la oposición. Una gestión municipal desde arriba hecha con favoritismos hacia las élites y a todos los niveles será inviable; una réplica en la oposición desde las barricadas, sin propuestas razonadas sobre la mesa, sin voluntad de aportar y mejorar, será de una actitud irresponsable.

Al final del discurso de Fernández Mañueco estaban algunas claves de lo que debe ser la legislatura: "No es una época de levantar muros sino de derribarlos, no es época de barricadas sino de tender puentes, no es una época de buscar enemigos sino de encontrar aliados, siempre es más fácil destruir que construir, pero yo he venido a la política a construir con todos. Nuestra revolución es impulsar reformas, sigamos cambiando entre todos Salamanca, sigamos transformando entre todos Salamanca. Desde la libertad, desde la igualdad y desde la solidaridad, plasmadas en nuestra Constitución y que garantiza la Democracia en España, construyamos entre todos una ciudad mejor desde la responsabilidad y la humildad".

Pero también esenciales son otras claves expresadas en todos y cada uno de los discursos de los portavoces de PSOE, Ciudadanos y Ganemos, tres partidos decididos a cambiar profundamente las formas de hacer política en el Ayuntamiento de Salamanca. En sus respectivas exposiciones plantearon con buena lógica unas propuestas que pasan por la unión de todos para sacar a Salamanca de este pozo del desempleo, la falta de oportunidades para jóvenes y adultos y la galopante despoblación. Es la hora también de sus políticas, las que representan Enrique Cabero, Alejandro González y Virginia Carrera. Saber armonizar los intereses de oposición y equipo de Gobierno, tarea no exenta de muchos escollos, será la clave de un ayuntamiento abierto a los vecinos de Salamanca.

¿Cosa de dos o de cuatro?

Y otra de las grandes claves será el papel, casi determinante, que desempeñe Ciudadanos (C's), la llave del Consistorio. En sus manos está que el Ayuntamiento sea cosa de dos o de cuatro. Difícil papeleta, pero también reto apasionante. Frenética actividad y presión para sus asesores.

Entre bambalinas están las crisis que ha acarreado el último proceso electoral, tanto en el PP como en las filas socialistas, cuyo cabeza, Enrique Cabero, anunció por sorpresa este sábado su marcha de la política local. De consumarse este anuncio, la política salmantina pierde a un dirigente moderado, sensato y dialogante. Se abre una época de cambios en Salamanca. Ojalá que sean para el bien de la gente.

SALAMANCArtv AL DÍA