¿Se cumplen las normativas sanitarias en la Alamedilla?

Pensaba que sería una simple tarde lúdica en la Alamedilla, pero no imaginé que derivaría en asunto tan complicado como el que me ha ocupado el lunes; y lo que me queda aún, me temo.

Observamos que un pato estaba mal y, aún no siendo versados en veterinaria, se le veía muy enfermo. Un pato enfermo en un recinto puede ser por cualquier causa, pero, entre otras, puede tener una enfermedad infecto-contagiosa que se transmitiría al resto de patos, lo cual también podría implicar un contagio a las personas, dada la facilidad de transmisión que tienen las aves. Y esto no es alarmismo. Por eso hay lo que se llama "control preventivo" en cualquier tipo de especie animal que vive en cautividad y en contacto con el hombre.

Puesto que era sábado y el Ayuntamiento estaba cerrado, nos pusimos en contacto con la Policía Local, que quedó, o eso entendimos, en que llamarían a la protectora Scooby, que es la que se ocupa de esto.

Me extrañó que hubiera una contrata del Ayuntamiento con una protectora para el cuidado de los patos y cisnes de la Alamedilla y esperé a hoy lunes para enterarme bien. Y aquí empieza el laberinto en el que me metí.

Debo decir, ante todo, que el trato que he recibido por parte de todas las personas con las que iba hablando por teléfono ha sido correcto, atento y cordial. Pero estaban tan perdidos como yo. O, al menos, a esa conclusión me han hecho llegar. Aún quedan pendientes llamadas, pero, como tengo que entregar hoy este artículo, no puedo esperar y quedarán para una posible parte II.

Llamo al Ayuntamiento y pregunto quién lleva el tema de los animales de la Alamedilla. Me dicen que Parques y Jardines. Explico el tema y me dicen que ellos de eso no saben, que corresponde a Salud Pública. En Salud Pública me dicen que lo lleva Parques y Jardines. Les digo que de allí vengo y después de que hicieran varias consultas me dicen que lo tienen encargado, provisionalmente, a la Protectora Scooby porque van a sacar a concurso estas funciones, tanto para la Alamedilla como para el parque de Jesuítas. Me pongo en contacto con la protectora Scooby, con sede en Medina del Campo, y me dicen que el acuerdo que tienen con el Ayuntamiento es sólo recoger de la calle animales vagabundos y abandonados, pero que no tienen nada que ver con los de la Alamedilla. Vuelvo a llamar al Ayuntamiento, a Parques y Jardines, y esta vez me dicen que ellos se ocupan de la limpieza del estanque y de la alimentación de los patos; que no tienen veterinario, al menos en los dos años que lleva el técnico responsable, ingeniero agrónomo; que hablarán con el director de área. Posteriormente me dicen que el jefe del servicio se pondrá en contacto conmigo. La llamada que después recibo es para remitirme al departamento de prensa del Ayuntamiento, porque, según ellos, así me ahorraré las molestias de andar llamando a unos y otros, ya que de eso se encargará ese gabinete.

Cuando alguien te manda al departamento de prensa es para sacudirse el muerto de encima.

Como mi paciencia no tiene límite, me puse en contacto con este departamento y le pregunté que quién se ocupaba del control sanitario de los patos y cisnes de la Alamedilla. La sorpresa de la persona que me atendió fue mayúscula al escuchar semejante pregunta que nada tenía que ver con sus funciones. Cuando le confesé que estaba segura de que me habían remitido a ella para librarse de mis preguntas incómodas, decidió colaborar conmigo y ponerse ella en contacto con los organismos correspondientes para darme una respuesta. Debo decir que lo que en principio se debió hacer para deshacerse de mí fue lo que realmente dio resultado, ya que en poco menos de media hora me llamó la concejala de Salud Pública. Estaba muy interesada en mi investigación y se puso a mi disposición para darme las explicaciones pertinentes, solo que no las había. Hay un proyecto de futuro, pero ni existe ni ha existido un control sanitario cumpliendo las normativas vigentes sobre los animales de la Alamedilla.

Hemos quedado en reunirnos para que me amplíe, en lo que pueda, la información pertinente. Hoy, lunes, dos días después,el pato en cuestión estaba agonizando fuera del recinto del estanque. Había sido cogido por personas que lo habían trasladado para evitar que fuera atropellado. A esto mejor no añadir todo lo que cabría decir sobre el sufrimiento de este pobre animal, los que le han precedido y los que, si no se hace algo pronto, le precederán.

La Alamedilla brilla de nuevo

María del Carmen Prada

Escritora, colaboradora de SALAMANCArtv AL DÍA