Mis queridos motes

En el año del Señor de...

Desde antaño, en La Alberca siempre nos conocíamos y llamábamos por los "motes"; hoy de manera más fina, llamamos "apodos". Y así de la manera más natural, aplicando el correspondiente mote, rápido sabíamos de qué familia o persona se trataba, ogaño apenas se usan.

Estas son parte de mis vivencias en las que los "motes" y la jerga eran una parte esencial de nuestro devenir diario:

Era un niño, en el Barrinuevo como cada verano estaban los pellejos de miel de la tía Rincona, y en las mantas los frejones al sol para calentar las pibas y salímos hacia la Iglesia de la mano de mi madre, siempre recordaré la ternura con que Ella cogía mi pequeña mano, íbamos para ver la boa, un niño tropicó con un poyo y se hirió en el calcañá con un virio*, menos mal que lo curó la Cirujana, la madre del niño se acercó y vio que su hijo estaba un poco desmageao*, y le dice, "hay bobaté, te has podio perniquebrar, o partir el pescuezo, eres peor que un burro lanúo, Cabezota tenías que ser" y seguimos hacía la Iglesia, nos acompañaba Nuestra Señora, el Sacristán y el tío Matacristo, se casaba un Cachonal con una de Tobillo, había que ver a la novia, y nos contaba Chelo que cuando novio, lo sentaban pal trashoguero*, donde lo vigilaba la Carabina, y se llenaba de pavesas con atención a los potricos* que saltaban de los verdiones* para evitar los pitanos*, y como mucho, a través de las llares mirar a la novia fregando las ascuillas* y la loza en la piedra del entremijo, (piedra redonda con canaleta acabada en pico, donde antiguamente se lavaba el lino), de donde había retirado los mendos* después de repilarlos.

La más bonita de las que se casó fue la Guapetona, sin embargo fue la Compuesta la que se quedó sin novio.

Por la tarde me fui a las cuartillas, para coger los truenos que no abortaban y las varas de los cubetes, luego con ellos hacíamos el "gomita ya, mi sarpiente", en las peñas del Palaero.

Después de un bautizo eran los Bombas los que tiraban cubetes, y las bombas el Escachao.

Solían ir juntos los Tollas, los Totos, los Totis, los Tadeos, los Tecas, y los Taitos; iban a ayudarle a subir el heno a la tía Polea, "no te habrás olvidao de traer la soga", preguntó Reata.

Cada día vamos a la escuela, el que mejor escribía era el Zarabato, y el que mejor hablaba el Torollo, pero dos llegaron tarde por estar en las "cuartillas", pues les gustaba ver a las mozas llevar los regalos dentro de una cuartilla, y puesta ésta sobre su cabeza, a los recién casados, y cuando aparecía por el fondo de la calle la novia de alguno de los mozos, este la paraba a mitad de calle para ella, a pie firme, aguantar varias docenas de cubetes a sus pies, por eso el Larato que sabía del castigo por la tardanza, se puso una lata en el culo dentro del pantalón, llevando en el bolso de atrás las bombas y truenos de los cubetes, que al darle el maestro con la regla estos abortaron y salió corriendo dando saltos y echando humo pal recreo, luego le dio con un palito a Bertolito.

"¿Pande vas?, paí voy", aquí no dicen ni nones, pues van a comprar zapatos el Botitas y el Tacones, estaban hartos de las albarcas, "que cosa más bonita" comentó Cositas", "vaya, vaya", dice la Magaya.

Al que más le gusta el rulaero, era al Culero y nos dice Cañera, ¿"nos vamos a los cerezos de Cereceda"?, "ya tienen que estar pintojas" comenta Pintura, "no, los cerezos ya están mauros", dice Mariano Mauro, y asienten con la cabeza el Colorao, y el Rojo, nos cogimos camino al Hortigal, por el sendero iban cantando el Ventenoro, el Cataor, el Cantares y la Cantora haciéndole coro las Cantorinas, y llegamos a los cerezos,"son picotas" nos dice Pitoco, y agatamos hasta la capullina y nos templamos, "que hambre tenía" comenta la Canina, "algunas amargan" dice la Márgara,"podíamos haber traío un banasto", sugiere el Banastero", "zamarrea las ramas indica Menea", "si seguís agatáos os acabaréis cayendo, nos dice la Caía, "bueno, mientras bajáis me hecho un cigarro, comentó el Colilla, ¿quieres que te de fuego? Le pregunta la Candela, te has manchao de guilindina le dice la Guañina.

Ya de vuelta pasamos por un huerto lleno de canicules, eran de Calabazo, ¿"y ese quién es?, preguntó la Muda, "uno al que la novia le dio calabazas ogaño, respondió el Sabidoles ; vemos otro huerto lleno de nabos, "buena cosecha" comenta Bonanza, "aunque no me extraña, le compro la grana a la Navera".

Y ahora a esperar la cosecha, que seguiremos tratando y contando, en la próxima remesa.

Andrés Barés Calama

Nota: virio*=vidrio, desmageao*= mareado, trashoguero*=tras la hoguera, potricos*= chispa que salta de la lumbre, verdiones*= palos gordos de la hoguera, pitanos*= agujero muy pequeño que te produce la chispa en la ropa, escuillas*= utensilios para comer, (platos, vasos, etc), mendos*= ropa